Luxemburgo.- La Unión Europea debe revaluar su relación con China para hacerle frente pues «se ha convertido en un competidor global todavía más fuerte», con el que sigue siendo «vital» cooperar en ámbitos como el cambio climático, según un documento del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE).

«China se ha convertido en un competidor global aún más fuerte para la UE, EE.UU. y otros socios afines. Por lo tanto, es esencial evaluar la mejor manera de responder a los desafíos y oportunidades actuales», afirma el documento, adelantado por el Financial Times y al que tuvo acceso EFE.

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, presentó este lunes el documento a los ministros de Exteriores de la UE durante la reunión que celebraron en Luxemburgo, para mantener una primera discusión respecto a cómo deben responder los Veintisiete a los «retos» que plantea Pekín.

Una reflexión que la UE inicia un día después de la inauguración del XX Congreso del Partido Comunista Chino, cuyas «implicaciones no se pueden prever por completo», pero que «es probable que amplíen la divergencia entre las opciones y posiciones políticas de China y las nuestras».

En este sentido, el SEAE advierte de que la voluntad de estrechar lazos que mostraron el pasado 4 de febrero el presidente chino, Xi Jinping, y el ruso, Vladímir Putin, y el hecho de que Pekín «compre» el discurso del Kremlin sobre el daño que están causando las sanciones europeas contra Moscú «constituye un hecho preocupante».

Y «aunque China parece haberse distanciado de los objetivos de Rusia en Ucrania» después de las amenazas de Putin de usar el arma nuclear, «las relaciones bilaterales entre China y Rusia claramente equivalen a una sólida asociación estratégica, basada en el apoyo a los intereses fundamentales de cada uno de ellos, y no pueden ser ignoradas».

El documento alerta también de que la UE «debe prepararse bien para los distintos posibles desarrollos en Taiwán y los estrechos», una cuestión «que ya tiene un efecto muy perjudicial para las relaciones entre la UE y China».

«Cualquier cambio violento o coercitivo del statu quo podría tener enormes consecuencias económicas, políticas y de seguridad a nivel mundial, teniendo en cuenta, especialmente, el papel principal de Taiwán como proveedor de los semiconductores más avanzados», destaca el texto.

Precisamente el SEAE pide «reducir las vulnerabilidades estratégicas» que tiene la UE frente a China, por su dependencia de materias primas esenciales.

Para poder hacer frente a los retos que plantea Pekín, «la unidad de la UE continua siendo el ingrediente principal», tal como lo está siendo en la respuesta europea contra el Kremlin por la guerra en Ucrania.

El documento también pide «reconocer que «las ofertas chinas a sus socios siguen teniendo un atractivo considerable» y por eso «la UE «debería ofrecer una mejor oferta cumpliendo sus propias promesas, buscando mejoras tanto en la comunicación como en la asociación con otros».

El SEAE destaca la necesidad de implementar su estrategia Global Gatweay, con la que Bruselas pretende hacer frente a la nueva ruta de la seda de China, y trabajar también con los países afines, tanto con Estados Unidos como con los de la región del Indo-Pacífico.

Pese a todo, «China seguirá siendo un actor global importante, con quien la UE debe hablar, trabajar, comerciar y negociar en áreas de interés común y global», como son el cambio climático, la sanidad o la inseguridad alimentaria.

 

EFE

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