Cachalotes usan «defecación de defensa» para evitar ataque de orcas

Un grupo de cachalotes, en las costas de Australia, implementó una inusual táctica de protección contra unas orcas que buscaban atacarlos, crearon una enorme “burbuja oscura” de heces. 

Tal evento fue presenciado por la bióloga marina de Oceans Blueprint, Jennah Tucker, la cual se hallaba en ‘Naturaliste Charters’, una excursión centrada en la investigación de cetáceos pertenecientes al cañón Bremer, que a su vez, es un famoso santuario de ballenas.

Tanto Tucker como otros especialistas dirigieron su atención a una agrupación de orcas que seguían desde cerca a otra especie, el cual se trataba de un conjunto de cachalotes que se mostraban cansados y preocupados, mientras se reunían en un punto específico. 

Pese a que los cachalotes son animales de gran tamaño e instintos depredadores, en diversos estudios se ha demostrado que tienen a ser indefensos ante ofensivas de las orcas, sobre todo sí son hembras con crías. 

Sin embargo, esta manada de cachalotes ejecutaron la técnica de «defecación defensiva», que consiste en expulsar una espesa “nube de diarrea”, acto logró disuadir a los atacantes. 

Según los expertos, se trata de una nube que se dispersa en el agua, el cual le concedió a los cetáceos esquivar los golpes fatales del grupo de 30 orcas. 

Defensa con excremento 

Dicha técnica se denomina «defecación de defensa», indicó Tucker, básicamente los animales que se encuentran amenazados mueven sus colas por medidor de sus heces para alejar o confundir a sus depredadores. 

Más específicamente, esta familia de cachalotes crearon un circunferencia con sus cabezas y agitaron sus colas de manera sincronizada, liberando el excremento hacía las orcas, las cuales huyeron de la zona. 

En un principio, se creía que la masa oscura presente en el agua era sangre, hipótesis generada por la dieta de los cachalotes, que mayormente es a base de calamares, lo cual ocasiona que sus heces sean de color rojizo. 

No obstante, un estudio más profundo a las imágenes arrojó que era excremento de cetáceo.

Si bien los ataques de orcas hacía los cachalotes son poco usuales, estudios muestran que desde 1997 se han presentado este tipo de enfrentamientos entre las especies.