Bogotá.- La campaña presidencial colombiana toma nuevo brío a una semana de la cita en las urnas por la subida en las encuestas del populista Rodolfo Hernández, que sumó el apoyo de la excandidata Íngrid Betancourt, lo que ha hecho pisar el acelerador a los aspirantes de derecha, Federico Gutiérrez y de izquierda, Gustavo Petro.

Frente a las elecciones del próximo 29 de mayo, la Registraduría, encargada de la organización de los comicios, hizo este sábado un simulacro de escrutinio, después de los problemas de las legislativas del 13 de marzo en las que decenas de miles de votos fueron mal contados y posteriormente corregidos.

«Damos plenas garantías y un parte de tranquilidad, el acceso a la información está totalmente garantizado. El software de escrutinios funcionó con total normalidad», dijo el registrador nacional, Alexander Vega.

Al funcionario le llovieron las críticas por la falla en las elecciones de marzo, que perjudicó al Pacto Histórico, coalición de Petro, y restó credibilidad a la tarea de la Registraduría.

MIRADAS HACIA BUCARAMANGA

Como en un juego de ajedrez, son días de recomposición y colocación de los peones. La última jugada ha sido la de Betancourt, que viendo que no iba a conseguir ni el 1 % de los votos decidió hacerse a un lado este viernes y apoyar a Hernández, un empresario populista sin pelos en la lengua y lleno de salidas de tono que es el único que ha conseguido subir (y dispararse) en las encuestas.

La candidatura de Betancourt, única mujer en la carrera presidencial, duró 111 días desde que el 29 de enero anunció que dejaba la coalición Centro Esperanza por la que se presenta Sergio Fajardo, luego de atizar peleas internas que seguramente hayan contribuido al hundimiento del centro que se pronostica para el último domingo de mayo.

Betancourt regresó a su Colombia natal para anunciar que volvía a ser candidata 20 años después de que en esa misma tarea fuera secuestrada por la guerrilla de las FARC en un largo cautiverio de más de seis años que atrajo la atención internacional.

«Tenemos que liberarnos de un secuestro mucho más largo y mucho más horrendo que el que yo tuve que vivir, liberarnos de los corruptos que nos roban a diario todas nuestras esperanzas y que tienen a Colombia empobrecida», dijo el viernes, tras su anuncio junto a Hernández, con quien comparte el mantra de lucha por la corrupción y contra las maquinarias de políticos tradicionales.

La repetición de esas ideas ha sido el secreto de éxito del «ingeniero», como llaman sus seguidores a Hernández, quien hizo una campaña silenciosa, sin grandes actos públicos, pero con polémicas salidas de tono, con señalamiento directo a los «políticos ladrones» y a «esos hijueputas», con lo cual ha ganado adeptos que se mueven en caravanas «rodolfistas» por todo el país pidiendo un cambio.

Hernández, quien fue alcalde de Bucaramanga, una ciudad mediana del noreste, no quiere encasillarse en derechas o izquierdas, pero sus ideas apuntan a rebajar gastos de políticos o reducir las embajadas y a una lucha frontal contra la corrupción, pese a que él mismo está involucrado en un caso de contratación ilegal durante su gestión que está por dirimirse en los juzgados.

PETRO, EN SU FEUDO

Petro, sin embargo, dice que se muestra tranquilo ante el avance de Hernández y sigue diciendo que va a ganar en primera vuelta, aunque su estrategia en redes ha cambiado a contestaciones y referencias directas al ingeniero que antes no realizaba.

Hoy tiene una gran cita en la ciudad caribeña de Barranquilla, donde se espera un baño de masas, ya que mientras que los Santanderes (en el noreste) y parte del este del país es de Hernández, según las encuestas, y Antioquia seguramente vote por «Fico» mayoritariamente, Petro tiene asegurada Bogotá y muy probablemente la costa Caribe.

En Barranquilla abrió su primera plaza pública, a mediados de septiembre del año pasado, cuando aún la campaña no estaba inaugurada, en un escenario con una gran «P» y hoy hará el cierre allá, donde se espera que le acompañen miles de personas.

La candidata a la vicepresidencia por su formación, Francia Márquez, una popular activista medioambiental hará lo mismo en la capital, con la «Fiesta del vivir sabroso», una de las expresiones que más ha repetido esta afrocolombiana como referencia a esa filosofía de vivir con justicia social y ambiental.

LUCHA POR LA SEGUNDA POSICIÓN

Mientras que Hernández ha dado por concluida su campaña, con dos actos con muy poca concurrencia pero mucho fervor en Cartagena de Indias y Barranquilla, «Fico» Gutiérrez, a quien apoyan indirectamente las fuerzas tradicionales conservadoras y parte del uribismo, continúa con su carrera por recabar votos.

Tras pasar ayer por Ibagué y Barranquilla, hoy fue a Montería, una ciudad caribeña próxima al pueblo natal de Petro, y estará también en Cali, la tercera ciudad del país, donde el descontento social se vivió especialmente el año pasado durante las protestas.

En Barranquilla, frente a centenares de seguidores, «Fico» insistió en que su propuesta no es la del continuismo, como se le suele señalar, sino que su proyecto político representa «un cambio, una transformación: Desde la transformación vamos a hacer que las cosas pasen», aseguró.

Este domingo será el gran cierre de campaña, pues es el último día permitido por la ley electoral para que los candidatos celebren actos en sitios públicos.

Petro acudirá a Zipaquirá, la ciudad que lo vio crecer y donde integró a la guerrilla del M-19, en la que estuvo más de una década de su juventud, y después tendrá el acto de cierre en Bogotá, en la céntrica Plaza Bolívar donde se concentraron todas las protestas del paro nacional.

Por su parte, «Fico» estará por la mañana en Soacha, ciudad obrera aledaña a Bogotá, y tendrá el gran cierre en Medellín, la ciudad que lideró como alcalde y donde espera recoger gran parte de sus votos en una semana.

 

EFE

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