¡Cápsulas de paz!: Cristo no desprecia a nadie

86

Jesús llegó a Jericó y comenzó a cruzar la ciudad. Resulta que había allí un hombre llamado Zaqueo, jefe de los recaudadores de impuestos, que era muy rico. Estaba tratando de ver quién era Jesús, pero la multitud se lo impedía, pues era de baja estatura. Por eso se adelantó corriendo y se subió a un árbol sicómoro para poder verlo, ya que, Jesús iba a pasar por allí. Llegando al lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: Zaqueo, baja enseguida. Tengo que quedarme hoy en tu casa. Lucas 19:1 – 5 NVI

https://bible.com/bible/128/luk.19.1-5.NVI

En los tiempos de Jesucristo habían muchos recaudadores de impuestos judíos. Sus compatriotas los tenían en muy baja estima porque, a menudo, exigían un impuesto superior al fijado. La gente evitaba la compañía de ellos y los ubicaban en la misma categoría que los pecadores; también les guardaban rencor porque estaban al servicio de Roma, una potencia extranjera invasora que los tenía sometidos.

Vemos en el versículo bíblico de hoy que Jesús al ver a Zaqueo inmediatamente le dijo que bajara enseguida del árbol en que se encontraba, ya que, Jesús planeaba quedarse esa noche en casa de Zaqueo; Él no hizo como los demás que lo repudiaban, sino que decidió compartir tiempo junto a él.

Jesucristo no rechaza a nadie, todos somos bienvenidos en su presencia, no importa lo que hayas hecho, ni cómo te has comportado en el pasado, Jesucristo está dispuesto a morar contigo, a renovarte, a darte salvación y vida en abundancia.

¡Jesucristo te acepta tal como eres, puedes venir a su presencia arrepentido y Él te dará una vida nueva!

Pr. José N. Corrales

[email protected]

@pastorcorrales

¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!

Facebook X Instagram WhatsApp Telegram Google Play Store