Ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.
Romanos 8:39 NVI
https://bible.com/bible/128/rom.8.39.NVI
Todo aquel que ha reconocido su vida pecaminosa, se ha arrepentido, ha pedido perdón, y ha aceptado a Jesús como Señor y Salvador de su vida, la Escritura establece que es hijo de Dios; no nace de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nace de Dios.
Los hijos de Dios tenemos puesta nuestra esperanza, salvación y vida eterna en los méritos de Jesucristo, no depende en lo absoluto de nosotros.
No hay forma de que alguna cosa creada pueda invalidar la voluntad de Dios en la vida de sus hijitos, por tanto, nadie puede separarnos del amor del Padre que nos ha manifestado en Jesucristo.
Es claro que somos salvos por gracia mediante la fe en Cristo; y que eso no procede de nosotros, sino que es regalo de Dios, más también es claro que somos hechura de Dios en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. ¡Jesucristo es el camino, la verdad y la vida, solo en Él estamos seguros!
Pr. José N. Corrales
[email protected]
@pastorcorrales
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