Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y por los siglos.
Hebreos 13:8 RVC
https://bible.com/es/bible/146/heb.13.8.RVC
Desde la caída del hombre en el jardín del Edén, Dios ya tenía el plan de enviar a su Hijo Jesucristo a morir en la cruz por nuestros pecados.
Jesucristo es el único camino al Padre, y nadie viene a Dios sino a través de Él.
Nuestro Señor es inmutable, y debemos esforzarnos por conocerlo más cada día a través de su Palabra, así evitaremos que nos engañen con falsas doctrinas.
Debemos afirmar nuestro corazón en su gracia y verdad, de tal forma que nuestro deleite siempre sea estar en su presencia cada día.
Por lo tanto, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que confiesen su nombre.
Tampoco nos olvidemos de hacer el bien, y de ayudarnos mutuamente, porque estos son los sacrificios que agradan a Dios.
Honremos con nuestra vida a Jesucristo cada día, porque Él no cambia, y siempre nos ha amado. ¡Cristo murió en la cruz para que todo aquel que se arrepienta de su maldad, y lo reconozca como Señor y Salvador tenga salvación y vida eterna!
Pr. José N. Corrales
[email protected]
@pastorcorrales
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