Romanos 8:35-39 NVI
[35] ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación o la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro o la espada? [36] Así está escrito: «Por tu causa siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan como a ovejas para el matadero!».
[37] Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
[38] Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, [39] ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.
https://bible.com/bible/128/rom.8.35-39.NVI
El pasaje de hoy es sumamente enriquecedor y muy reconfortante para los que verdaderamente somos hijos de Dios.
De este texto podemos extraer que en los méritos de Cristo, hemos sido justificados, pues el Redentor ocupó nuestro lugar en la cruz, murió y resucitó para librarnos del pecado y de la condenación eterna.
También podemos ver de ese pasaje, que no hay nada ni nadie que pueda anular el hecho de que somos hijos de Dios por voluntad del Eterno.
Podemos notar que el amor de Dios a nuestro favor permanece para siempre, y en Cristo siempre venceremos al pecado y a las huestes de maldad.
Alabado sea el Señor Jesucristo por la eternidad, pues Él nos ama con amor eterno. Dios nos mostró su amor al enviar a su Hijo, para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados.
Pr. José N. Corrales
[email protected]
@pastorcorrales
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