El Señor le dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré. »Haré de ti una nación grande, y te bendeciré; haré famoso tu nombre, y serás una bendición.
Génesis 12:1 – 2 NVI
https://bible.com/es/bible/128/gen.12.1-2.NVI
Las personas tenemos la necesidad rigurosa de saber que en nuestra vida todo está bajo control, para sentirnos bien a nivel emocional.
Nos agrada saber el camino completo, en especial cuando efectuamos un viaje por carretera y estamos conduciendo, para muchos es vital tener un mapa que nos indique la ruta, así como lugares estratégicos que puedan facilitar nuestra travesía.
El problema viene cuando necesitamos el control a toda costa, en cualquier situación y de manera urgente.
En el pasaje bíblico de hoy el Señor le indica a Abram que deje su tierra, familia y todo lo conocido por él, y que se vaya a la tierra que le mostrará. El Señor le promete hacerlo una nación grande, bendecirlo, y hacerlo una bendición.
Un pequeño detalle, Dios se reserva la forma, tiempo y experiencias que Abram deberá vivir para experimentar todo lo prometido por el Altísimo.
No hay mapa ni explicaciones detalladas, ni listas de tareas a realizar, nada, Dios le pide a Abram que de un paso de fe; y el patriarca lo da, y Dios es fiel y cumple todo lo prometido.
Así son las cosas de nuestro Dios, cosas de fe, de esperanza, de confiar en Él, aun cuando humanamente no veamos salida ni solución.
Si hemos comprendido su voluntad y hemos aceptado su llamado a servirle en una determinada obra, debemos seguir adelante con lo que nos corresponde hacer.
Debemos seguir avanzando por fe, seguros de que el Señor, el Dios de Abraham está con nosotros, Él nos bendecirá, nos sustentará y hará caminos en medio del mar para que nosotros pasemos en seco. ¡Sigamos siempre adelante con el Señor, Él es fiel y jamás nos abandonará!
Pr. José N. Corrales
[email protected]
@pastorcorrales
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