Lucas 1:38 NVI
[38] —Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que Él haga conmigo como me has dicho. Con esto, el ángel la dejó.
https://bible.com/bible/128/luk.1.38.NVI
Muchas veces nos preguntamos porque nos suceden determinadas situaciones, incluso hasta podemos terminar discutiendo con Dios por algo que no nos agrada, o no comprendemos.
Hace miles de años un ángel del Señor llamado Gabriel visitó a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María.
Gabriel le explicó a María que quedaría embarazada y daría a luz un hijo, y le pondría por nombre Jesús.
María preguntó a Gabriel, ¿Cómo podrá suceder eso, puesto que soy virgen? Y el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios.
María aunque muy probablemente no entendía a cabalidad como se desarrollaría ese gran evento que le acababa de anunciar el ángel, dijo lo expresado en el pasaje de hoy: aquí está la sierva del Señor, que Él haga conmigo como me has dicho.
María es para nosotros un extraordinario ejemplo de sumisión a la voluntad del Señor.
Aunque no entendamos completamente como Dios hará algo a lo que nos ha llamado, debemos permanecer firmes en su voluntad.
No importa que no comprendamos porque está sucediendo algo que para nosotros no tiene sentido, o que pudiéramos creer que no debiéramos padecer.
Debemos estar firmes siempre en nuestra Roca que es Jesucristo y decir: aquí estoy que se haga en mi conforme mi Cristo quiera. ¡Amemos al Señor con todo el corazón, alma y con toda nuestra mente!
Pr. José N. Corrales
[email protected]
@pastorcorrales
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