Pues, si Yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Juan 13:14 NVI
En los tiempos de Jesús, las condiciones de polvo y suciedad de la región y el uso de sandalias, hacía común y muy necesario el lavamiento de los pies. Es muy probable que los discípulos pudieran estar felices de lavar los pies de Jesús, pero seguro no podían concebir el hecho de lavarse los pies unos a otros; el lavamiento de pies era tarea del siervo de más bajo nivel. Los que se consideraban iguales, normalmente no se lavaban los pies unos a otros.
El pasaje de hoy nos muestra a Cristo indicándoles a sus discípulos que si Él, el Señor y Maestro les ha lavado los pies, ellos entre sí debían hacer lo mismo. El Señor nos ha dado uno de los ejemplos más grande de humildad, sigamos su ejemplo. *¡Seamos humildes, no hagamos nada por egoísmo o vanidad!
Pr. José N. Corrales
@pastorcorrales
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