Cápsulas de paz

Entonces Pedro lo llamó: —Señor, si realmente eres Tú, ordéname que vaya hacia ti caminando sobre el agua. —Sí, ven —dijo Jesús. Entonces Pedro se bajó por el costado de la barca y caminó sobre el agua hacia Jesús, pero cuando vio el fuerte viento y las olas, se aterrorizó y comenzó a hundirse. —¡Sálvame, Señor! —gritó. De inmediato, Jesús extendió la mano y lo agarró. —Tienes tan poca fe —le dijo Jesús—. ¿Por qué dudaste de mí?
Mateo 14:28 – 31 NTV

https://bible.com/es/bible/127/mat.14.28-31.NTV

El pasaje de hoy nos muestra que pasa cuando quitamos la mirada de Cristo, y comenzamos a ver el fuerte viento y las grandes olas de adversidades que hay enfrentar cada día.

Seguro entraremos en pánico como el apóstol Pedro, y comenzaremos a hundirnos en el mar de la duda y de la desesperación.

Para evitar eso, nos es muy necesario cada día buscar las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios.

Debemos poner la mira en las cosas del cielo, y no en las de la tierra, porque ahora nuestra vida está escondida con Cristo en Dios.

No quitemos nunca nuestra mirada del Redentor, creamos fervientemente todo lo que nos dice a través de su Palabra.

Él no tiene palabras de hombre para mentir, lo que nos ha prometido lo cumplirá. ¡Fijemos siempre la mirada en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe!

Pr. José N. Corrales
[email protected]
@pastorcorrales

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