Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengan vida.
Juan 20:31 NVI
https://bible.com/es/bible/128/jhn.20.31.NVI
El apóstol Juan autor del evangelio según Juan, nos deja muy claro que todas las cosas escritas en su evangelio son para que pensemos que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al pensar en su nombre tengamos vida eterna.
El apóstol Juan nos indica que Jesús es el cumplimiento de la profecía dada por el profeta Isaías, sobre el nacimiento humano del Hijo de Dios en medio de los hombres.
Según la profecía, sobre sus hombros reposará la soberanía, y se le llamará: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Se extenderán su soberanía y su paz, y no tendrán fin.
Esa maravillosa promesa se cumplió hace un poco más de dos mil años, con la venida de Jesús.
Quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos.
Al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!
Más al tercer día Dios lo resucitó de entre los muertos, y lo exaltó hasta lo sumo, otorgándole el nombre que está sobre todo nombre.
Para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. ¡Cristo es el camino, la verdad y la vida; nadie llega al Padre sino por Él!
Pr. José N. Corrales
[email protected]
@pastorcorrales
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