Ciudad Guayana.-Tradicionalmente a esta celebración carnestolendas que nacen en el callao son conocidas como “La fiesta del Rey Momo” su origen se debe a un símbolo de protesta de los negros contra el patrón que los esclavizaba.
Las primeras manifestaciones dieron inicio con el sonido de un tambor a ciertas horas de la noche, poco a poco se comenzó a crear un movimiento que se identificó como “Actividad entre los negros”, esto con el objetivo de sofocar las tensiones y formar una comunidad negra que les permitiera sobrellevar sus penurias.
Para ello, fundaron el “Club Black Star Line” espacio en el que solo se reunían los afroantillanos. Este club funcionaba en lo que hoy es la casa de la “Familia London” en él hombres y mujeres debían cumplir con ciertos requerimientos.
Las damas tenían que vestir con trajes largos de color amarillo, azul, blanco, rosado y beige, mientras que a los caballeros se les exigían trajes formales de color negro y azul oscuro, camisa blanca, corbata negra y zapatos de charol.
Carnavales de El Callao
Se dice que, a partir de este momento se dio origen a la celebración de los carnavales de El Callao, cada sábado por las noches se celebraban bailes de mascaritas en los diferentes clubes que ya existían para esa época, entre los que se encuentran, el Club de Comercio y el Ayacucho.
En estos convergían diferentes tipos de disfraces tales como, mamarrachos, negritas, reinas, calaveras, entre otros.
El día domingo iniciaba con la salida de “Los Mediopintos”, juego con agua y otras sustancias que duraba hasta las dos de la tarde. En el transcurso de la mañana se podían disfrutar de los diferentes bailes folklóricos como, El Carite, La Barriquita de Carlota y en Blondthe Mando.
“La danza del indio” era personificada por Rafael Medina, Alejo “El Lechuzo” y “Chalao” personajes que ya prácticamente no se ven en estas celebraciones, estos se caracterizaban por teñirse el cuerpo con onoto y otras sustancias de diferentes colores.
Asimismo, se adornaban con unos penachos de plumas y muchos caracoles alrededor de sus pies, cintura y brazos, utilizaban una lanza hueca con una tripa o goma adaptada a un bolso que colgaban a su cintura en el que guardaban las monedas que recogían del suelo después de ejecutar su danza.
Con el tiempo, otras madamas como Popo Coran, Popola, Isidora, Lulu Lasanta y Miguelina Conde, continuarían desbordando alegría en los carnavales de cada año.
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