Querida madre. Tú que tienes sueños por cumplir, que tienes metas por alcanzar, que tienes proyectos que dependen de ti, hoy quiero pedirte 3 cosas:
1. SUELTA EL PESO DEL QUÉ DIRÁN:
Sé que te sientes culpable por no cumplir con el modelo de madre que ha propagado la sociedad, que no siempre tus hijos están impecables y comen a la hora, que no siempre sus tareas están listas a tiempo, que quisieras estar en todas las reuniones del colegio y eso implica dejar de atender clientes, crear tus productos o reunirte con tus aliados y vamos a ser honestas para ti esto es prioridad.
Que el estándar de madre ideal es bastante elevado y pretende meterte en esa caja a ti y a mi, como si todas las madres del mundo tuviesen que ser iguales.
Hoy quiero que sepas que no eres la única que carga con el peso de cuestionarse cada día si lo está haciendo bien o no y con las críticas del entorno que es bastante agresivo y exigente con nosotras.
Pero es momento de soltar la carga, de tirarla donde sea para que puedas avanzar y para ello quiero que sepas, que lejos de superar las expectativas de terceros, lo que debe importarte es cumplir con las necesidades de tus hijos, de alimentación, de cuidado personal, DE AMOR, sobretodo, esto último, ellos necesitan saber y sentir que su mamá los ama infinitamente, así que tu lenguaje debe traspasar las fronteras de la falta de tiempo, del cansancio físico y del desgaste emocional que implica ser madre y a la vez cumplir tus sueños.
Ellos te necesitan sana, te necesitan feliz y amorosa y no creo que dejando de hacer lo que te apasiona, dejando de lado tus sueños y dejando de cumplir tus metas, puedas sentirte plena y regalarles a ellos la energía vital para sentirse atendidos y amados.
Así que sigue soñando, sigue creando, sigue trabajando y aprende a organizar tu tiempo, a establecer prioridades y dar amor sin medidas en el mínimo espacio que tengas con ellos.
Ellos deben ser tu motor, no tu palanca de freno, deben ser tu inspiración, no tu frustración.
No solo ven lo que haces, también sienten cómo los haces sentir cuando están contigo o sin ti.
Ellos te están modelando. Inspíralos a trabajar por sus sueños y a cumplir sus metas, cumpliendo las tuyas.
2. ENFÓCATE EN LA CALIDAD Y NO EN EL TIEMPO.
Seguro has escuchado esto del tiempo de calidad y crees que se refiere a estar poco tiempo con ellos y ya, de por sí, esta idea no te gusta mucho, o quizás te encanta si lo que quieres es huir de la responsabilidad que implica ser madre.
Para mí, tu foco, más que estar en el tiempo, debe estar en la CALIDAD, que pueden ser minutos o horas, pero deben ser genuinos.
En el tiempo que le dediques sea todo un día o pocos minutos, juega con ellos, ríete con ellos, míralos, escúchalos, pregúntales como se sienten, como pudieses mejorar como mamá, suelta el teléfono, cocínales con amor, prepárales un dulce, cómprales un helado y disfrútalo con ellos, conversa sobre su día, cuéntales del tuyo, intégralos en tus actividades, bésalos hasta el cansancio, diles cuanto los amas, ayúdalos con las tareas, hazle ver lo talentoso o talentosa que es, crea las reglas del hogar junto a ellos y si haces promesas, cúmplelas, por favor.
Esto para mí es tiempo de calidad y repito necesitas organizarte e incluir en tu agenda las actividades con ellos, lo que no se agenda se diluye en el tiempo, deja hasta el espacio para prepararles la cena.
Desde que yo hago esto, mi vida ha ido marchando un poco mejor, a veces se torna desastrosa por momentos, pero nada que no se pueda ir ajustando en el tiempo, aquí lo importante es que se logre el objetivo: Que tus hijos y tú estén felices y satisfechos.
3. HAZTE PORRAS: LO ESTÁS HACIENDO LO MEJOR QUE PUEDES CON LO QUE SABES Y TIENES
Caramba chica, deja de juzgarte, lo estás haciendo lo mejor que puedes con lo que sabes y tienes, si crees que estás fallando, enfócate en la solución, pregúntate ¿Qué específicamente es lo necesito atender para mejorar? Crea las estrategias y ACCIONA.
No estamos exentas de equivocarnos. Es más, es nuestro derecho, no existe un manual para ser madres y si existiese no podría asegurarte que te funcionaría porque tú, mamá, eres única y tu hijo o hija también.
Sigue así que vas muy bien. ¿Que siempre podemos hacerlo mejor? ¡Claro que sí! Ámalos cada día más y mejor, y ya verás que tu propia aceptación y comprensión como madre, hará que ellos te amen, te acepten y te comprendan a ti.
Y a ti, esposo de una mami emprendedora, te pido que la apoyes, que respetes su derecho a convertirse en la mujer que desea. Tener hijos contigo, no tiene por qué ser causal de la renuncia de sus sueños; la responsabilidad de los hijos es de ambos, si la amas. Hazlo por ella, quien sabrá valorarlo, y si amas a tus hijos, hazlo por ellos, quienes también te necesitan.
Ser mamá es una experiencia maravillosa que no deja de ser un reto; un reto que asusta y que queremos hacer bien, pero hacerlo bien no significa dejar de emprender, de vivir y de ser.
Recuerda: ser madre es uno de tus roles, no es tu identidad. Ahora, repite conmigo, «No soy la mamá perfecta pero soy la que mi hijo necesita, la más amorosa y esforzada».
Espero que hayas pasado un maravilloso día de las madres. Felicidades mamá, MUCHA SABIDURÍA PARA TI.
Con amor,
Bárbara Ortega.
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!