Santiago de Chile.-La embestida de la covid-19 delató una profunda paradoja: «mientras la ciencia hace cosas extraordinarias, la confianza de los ciudadanos en ella ha ido disminuyendo desde el inicio de la pandemia», expuso este domingo el reconocido matemático francés Cédric Villani en el Festival de Ciencia Puerto Ideas de Antofagasta.
Esta contradicción se explica porque se olvida un elemento fundamental del proceso científico: su carácter «caótico e impredecible», explicó Villani, ganador de la Medalla Fields en 2010 (reconocida como el Nóbel de las Matemáticas) y actual diputado de la Asamblea Nacional francesa.
La ciencia «ha hecho maravillas en la lucha contra la pandemia», señaló Villani, destacando el veloz desarrollo de vacunas contra el virus «en un tiempo extremadamente breve»; sin embargo, «enfrenta todas las opiniones diferentes, la gran cobertura mediática y las controversias científicas».
Con todo, a juicio del investigador, esto debe considerarse normal: «Esta idea de que el error está en el corazón de la ciencia y de nuestra comprensión de los fenómenos naturales debe tenerse en cuenta en nuestro tiempo. No tienes que confiar en el científico, tienes que confiar en la ciencia».
Villani, que es muy popular en Francia gracias a sus estudios matemáticos pero también por su forma de vestir, con anchas corbatas, trajes decimonónicos y la costumbre de llevar siempre un enigmático broche con una gran araña en su solapa, fue uno de los conferenciantes estrella de la presente edición del Festival Puerto de Ideas, que acoge desde el pasado lunes de manera virtual la ciudad chilena de Antofagasta.
El evento, que es presentado con el apoyo de la minera Escondida BHP, concluirá este domingo 18 después de ofrecer más de 75 actividades entre conferencias, talleres y espectáculos y la participación de académicos mundiales de renombre, conformando una de las muestras de ciencia y pensamiento más importantes de América Latina.
ERRORES HISTÓRICOS
Durante su intervención, titulada «Caos creativo. Error y falla en la ciencia de ayer y hoy», Villani afirmó que la ciencia es «un proceso en el que los humanos luchan contra lo desconocido, buscan explorar nuevos territorios y se adentran en una verdadera aventura», camino que siempre es rico en contratiempos, accidentes y peripecias.
Ejemplos de esos imprevistos hay miles, aseguró Villani, entre ellos dos que marcaron la forma de concebir el mundo: la creación del metro como unidad de medida y el cálculo de la edad de la Tierra.
En 1792, con el rey al borde de ser guillotinado y ad portas de una guerra civil en Francia, la Asamblea Nacional comandó a dos reconocidos científicos de la época medir el meridiano que pasa por París.
El relieve de los Pirineos distorsionó las medidas y el metro terminó con dos milímetros menos, error «gigantesco» que se perpetuó con el paso de los años, contó Villani.
Con la edad del planeta Tierra pasó algo similar: los conocimientos de la época consideraban a la Tierra como una «roca» y basados en esa idea se efectuaron cálculos erróneos. La Tierra, en realidad, es un «fluido», la roca en los orígenes estuvo fundida y por tanto las ecuaciones debían ser otras.
Con el tiempo la edad de la Tierra se recalculó y aún en el siglo XXI se siguen haciendo estudios sobre ello, explicó.
LA NECESIDAD DEL DEBATE
Como en cualquier otra actividad humana, «a veces un buen descubrimiento se pasa por alto por razones equivocadas o un mal descubrimiento se impone por malas razones», declaró Villani.
Por lo mismo, el conocimiento «se construye en este mismo ambiente de debates, de errores, de idas y vueltas, de teorías que trastornan», señaló.
«Son grandes debates y es normal. No debemos pensar en ellos como distorsiones en el debate científico, como cosas inconcebibles, para escandalizare, para ofenderse, debe verse como algo normal que tiene que cumplir un rol en el progreso de la sociedad», concluyó.
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