El Cairo.- Desde extraer células madre a los enfermos de coronavirus y reintroducirlas una vez activadas hasta buscar patrones genéticos en su expansión, varios centros y universidades de Oriente Medio están apostando por la ciencia para enfrentar la pandemia.
Emiratos y las células madres
El Centro de Células Madre de Abu Dabi está tratando a decenas de pacientes de coronavirus mediante la extracción de este tipo de células de su propia sangre, su activación y su administración por inhalación directa a los pulmones tras ser nebulizada.
«Hipotéticamente sus efectos terapéuticos vienen de la regeneración de células de los pulmones y la modulación de la respuesta inmune para evitar que reaccione exageradamente a la infección por COVID-19 y cause daños adicionales en las células sanas», explicó a principios de mes la agencia oficial emiratí WAM.
La innovadora técnica, que ya logró una patente del Ministerio de Economía, ha sido aplicada a 73 pacientes junto con el protocolo habitual para la enfermedad y todos ellos se han curado sin reportar efectos negativos «inmediatos» ni interacciones con los procedimientos convencionales contra la COVID-19.
Por ello y tras someterse «con éxito» a la fase inicial de pruebas clínicas, el tratamiento es considerado seguro, si bien todavía se está probando su eficacia, según WAM.
Los emiratíes también han logrado desarrollar una herramienta de diagnóstico a gran escala que da resultados en cuestión de «segundos» y que puede utilizarse no sólo en hospitales sino también en lugares públicos e incluso viviendas particulares.
El laboratorio QuantLase Imaging Lab, de la International Holdings Company, ha creado la prometedora técnica basada en tecnología láser y que echa mano de un detector Semiconductor Complementario de Óxido Metálico (CMOS), según anunció el martes WAM.
La compañía espera poder lanzar el producto al mercado en unos «pocos» meses.
Egipto, en la senda mundial
Aunque en este caso no ha sido su idea y son varios los países que ya han aplicado el tratamiento, Egipto también está aplicando una solución pionera contra la COVID-19.
El país ha comenzado a inyectar plasma de pacientes recuperados a pacientes críticos de coronavirus, «dado que contiene anticuerpos contra el virus», explicó el portavoz del Ministerio de Salud, Jaled Muyahid.
Desde que Estados Unidos anunció la posibilidad de utilizar este método, las autoridades egipcias lo han aplicado a seis pacientes con COVID-19, si bien tras realizar las pruebas para comprobar que el plasma era utilizable y medir su nivel de anticuerpos, sólo se pudo finalizar en tres de ellos.
Arabia Saudi, investigación múltiple
Arabia Saudí es uno de los que están a la vanguardia de la investigación en el mundo árabe.
Buena muestra de ello es la Ciudad del Rey Abdulaziz para la Ciencia y la Tecnología (KACST), que ha lanzado en las últimas semanas un sinfín de iniciativas, como el desarrollo de herramientas de diagnóstico o un plan de financiación para las investigaciones en universidades, ONGs e incluso el sector privado industrial.
Un equipo del Hospital Especializado Rey Faisal de Riad ha desarrollado una prueba de diagnóstico que aprovecha el ampliamente utilizado método de Reacción en Cadena de Polimerasa (PCR), y ya tiene aprobación de la Autoridad General de Alimentos y Drogas.
Según un comunicado emitido el pasado fin de semana por el centro médico, el hospital está preparado para producir tests y compartir el protocolo con otros laboratorios del golfo Pérsico «para enfrentar la escasez de soluciones comerciales».
Teorías de todo tipo
Otros, como la Sociedad Jordana de Ingenieros Genéticos (JSGE, en inglés), han salido a defender teorías tan curiosas como que la población árabe de Oriente Medio es menos propensa que otros a contraer el virus y morir, gracias a las particularidades del gen «polimorfismo de nucleótido único» en estas personas.
«Hemos basado nuestra investigación en información internacional bioinformática, que nos proporciona cierto material genético sobre cada comunidad del mundo (…) Calculamos una ecuación matemática teniendo en cuenta el número de casos y muertes en varios países», dijo a Efe el presidente de la JSGE, Ramzi Foudeh.
El experto afirmó que por cada virus que entra en las células pulmonares de los árabes, un millar de ellos penetran en europeos, asiáticos orientales y africanos, lo que significa que las personas de Oriente Medio cuentan con un sistema inmune más fuerte frente al coronavirus.
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