Santiago de Chile.-Este lunes presentarán nueva propuesta de Constitución de Chile a los ciudadanos, que tendrán hasta el 4 de septiembre para decidir un sufragio obligatorio.

El órgano hará la entrega del proyecto al presidente Gabriel Boric, cerrando así un capítulo que pasará a la historia del país.

En un referéndum, los chilenos deberán elegir si gusta la Nueva Constitución o mantener la actual, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.

Chile cierra un capítulo

Hace un año comenzó a trabajar a contrarreloj la convención constituyente, primera paritaria del mundo y conformada por 155 personas, mayoría progresista.

El grupo concluyó el pasado martes el texto, que consta de 390 artículos orientados a engrosar los derechos sociales y responder las demandas de igualdad.

Agustín Squella, constituyente y académico, está satisfecho con el resultado y señaló que «el texto es mejor que la media de las Constituciones del continente”.

“Lo más relevante es su orientación, porque declara por primera vez a Chile un Estado social y democrático de derecho”, dijo.

Por su parte, la politóloga Julieta Suárez-Cao destacó que la convención haya concluido su trabajo en el plazo establecido.

Además, señaló que la propuesta es “muy innovadora”.

El proyecto, afirmó, se aleja de lo que fueron “las Constituciones latinoamericanas de principios de siglo, que concentraban mucho poder en el Ejecutivo”.

Un Chile polarizado

El derecho a la interrupción voluntaria de embarazo, crear un sistema de seguridad social o más autonomía para los pueblos indígenas son algunas de las propuestas más rupturistas del texto.

Estos ítems son elogiados por el progresismo pero tildado de «partisano» y «indigenista» por los conservadores.

“Chile ha tenido delante una oportunidad tremenda, pero la ha malgastado. Hoy en día estamos ante un texto sesgado que no representa la mayoría”, opinó el constituyente Hernán Larraín.

El texto, aclaró, deja a Chile “en una situación comprometida y más polarizado que nunca, muy dividido de cara al plebiscito de salida del 4 de septiembre”.

Así lo reflejan los principales sondeos, que durante meses dieron por vencedora la opción de aprobar la nueva carta magna, pero que hace pocas semanas se dieron la vuelta para otorgar ventaja al rechazo.

Polémica hasta el final

La analista Valentina Rosas señaló que el proceso comenzó con un alto apoyo por el “tremendo anhelo de cambio general que había en el país”.

Sin embargo, “el apoyo fue mermando por la controversias y críticas concretas contra ciertos constituyentes”.

La última polémica se produjo, cuando Larraín denunció un cambio sin consultar en uno de los artículos.

A raíz de esto, un grupo de 41 constituyentes de derecha envió un oficio exigiendo que se publicara con celeridad el texto final y se certificara el fin de las votaciones.

En septiembre el sufragio

La del 4 de septiembre será la primera votación con sufragio obligatorio desde que se estableció el voto voluntario en 2012, lo que, según los expertos, añade más incertidumbre a los resultados.

“Confiamos en que el camino de cambios que empezamos a recorrer juntos, lo podamos concluir en un hito histórico marcado por una alta participación”, dijo el sábado la portavoz de Gobierno, Camila Vallejo.

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