En un significativo avance y esfuerzo por competir con Starlink de SpaceX, China ha lanzado el primer satélite de lo que seguramente será una constelación de 14.000 ejemplares destinados a proporcionar señal de internet de banda ancha desde el espacio.
El martes, 18 satélites fueron puestos en órbita terrestre baja (LEO) durante el lanzamiento inaugural de la constelación Qianfan, también conocida como Spacesail, apoyada por el gobierno, según indicaron los medios estatales.
Esta constelación, percibida por los medios nacionales como la contestación china a Starlink, ubicado en Estados Unidos, se integrará a otras misiones espaciales a gran escala de distribuidores de varias naciones que brindan servicios de Internet de banda ancha por satélite.
Starlink, con alrededor de 6.000 satélites en órbita y la aspiración de alcanzar los 42.000, podría continuar siendo la compañía dominante en el área por más años, dada su superioridad y su desarrollada capacidad de lanzamiento.
No obstante, gran parte de los individuos acceden a internet por medio de cables y varias infraestructuras terrestres, la conexión por satélite se ha mostrado como un servicio crucial para las áreas rurales, con mínimos recursos e impactadas por catástrofes.
Asimismo, se cree que la clave para la extensión de tecnologías como los vehículos autónomos y diversos dispositivos conectados a Internet, espacios que China aspira a dirigir.
El Qianfan, conocido como G60 Starlink, es una de las tres megaconstelaciones de China previstas que lograrían llevar a las corporaciones de la nación a lanzar alrededor de 40.000 satélites en órbita terrestre baja.
Las megaconstelaciones son redes de cientos o miles de satélites en órbita.
El impulso se genera en una circunstancia en que China está motivando su industria espacial comercial como parte de la apuesta de Beijing por reforzar su posición como potencia dominante en el espacio exterior.
Gran programa espacial
La nación sigue avanzando en su ambicioso programa espacial nacional, cuya iniciativa es llevar astronautas a la Luna en 2030, al mismo tiempo que lanza satélites militares de navegación, comunicación y vigilancia.
Los especialistas indican que el control de las constelaciones de satélites de banda ancha LEO le aportarán una gran beneficio para China, ya que concederá a sus compañías brindar servicios en el país ya nivel global, al tiempo que fortalece la conexión diplomática de Beijing, el control del flujo de datos y la seguridad nacional.
La extensión de Qianfan, administrado por Shanghai Spacecom Satellite Technology (SSST), compañía respaldada por el gobierno de Shanghai, siendo una prueba de la capacidad de China para fabricar y lanzar satélites a amplia escala y con plazos reducidos.
Se prevé que la constelación cuente con 600 satélites a finales de 2025, con programas para llegar a más de 14.000 satélites que ofrezcan internet de banda ancha a nivel global en 2030, según la cadena estatal CCTV.
Este número sería “suficiente para dar cobertura a la mayoría de los núcleos de población humana”, declaró Zhu Xiaochen, subdirector del proyecto, a CCTV.
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