Santiago de Chile.- La Justicia chilena halló culpables este jueves a siete expolicías y un abogado en el emblemático asesinato del joven mapuche Camilo Catrillanca, un crimen que conmocionó al país en noviembre de 2018 y despertó infinidad de críticas contra el cuerpo policial de Carabineros.
El Tribunal Oral en lo Penal de Angol declaró al exuniformado Carlos Alarcón culpable de homicidio por efectuar los disparos que provocaron la muerte del indígena en el sur de Chile, mientras que el resto de involucrados fueron condenados por apremios ilegítimos, obstrucción a la investigación o disparo injustificado, entre otros delitos.
El juicio, que comenzó en marzo y se retomó en octubre tras un parón por la pandemia, reunió a intervinientes de una decena de instituciones, más de 70 testigos y se extendió durante 37 jornadas, que culminarán con la lectura de las penas el 28 de enero a las 11.00 hora local (14.00 GMT).
Los hechos tuvieron lugar el 14 de noviembre de 2018 en medio de un procedimiento policial liderado por el Comando Jungla -un equipo que el Gobierno instaló en la región para controlar los hechos de violencia-, cuando una bala alcanzó a Catrillanca mientras viajaba en tractor junto a un adolescente.
El caso, marcado desde el comienzo por las irregularidades y las versiones contradictorias de los condenados, hizo temblar los cimientos del cuerpo de Carabineros, que inicialmente dijo que los agentes habían sido emboscados y que el vehículo de Catrillanca se había cruzado en el tiroteo.
El peritaje de la Fiscalía, sin embargo, demostró que esta versión era falsa y Alarcón, el autor del disparo, admitió luego que el abogado imputado, Cristián Inostroza, les indicó que entregaran una versión falsa de lo acontecido.
«Las pruebas del juicio establecen que idearon de forma previa una estrategia de ir a declarar a la Fiscalía y, en definitiva, aportaron falsos antecedentes a la investigación», sentenció el juez Francisco Boero.
MONTAJE POLICIAL
En un comienzo, la institución de Carabineros negó la existencia de unas grabaciones tomadas por la cámara que uno de los agentes portaba en el casco y que semanas después se difundieron por los medios locales.
El vídeo muestra que Catrillanca recibió disparos de un fusil de guerra y, tras el impacto, permaneció varios minutos inmóvil en el asiento del tractor.
La controversia del caso le costó el cargo al entonces general director de Carabineros, Hermes Soto, y puso en jaque el puesto de quien era ministro del Interior, Andrés Chadwick, al que se le acusó de defender la versión falsa de los hechos.
El asesinato de Catrillanca fue el primer gran mazazo al Gobierno de Sebastián Piñera y empañó los planes del Ejecutivo, que poco antes del crimen había anunciado el «Acuerdo Nacional por el Desarrollo y la Paz en La Araucanía», un polémico tratado para amainar la conflictividad con los indígenas en la zona sur de país.
Sin embargo, el asesinato desató una escalada de tensión en el denominado «conflicto mapuche», que desde hace décadas enfrenta a algunas comunidades con empresas agrícolas y forestales que explotan tierras consideradas ancestrales.
Según cifras del último censo, los mapuches son el pueblo originario más numeroso en Chile y representan cerca del 10 % de la población.
EFE
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