México, México. Como ya sucedió hace una década con la Gran Recesión, millones de mexicanos podrían caer de nuevo en la pobreza debido a la crisis económica que detonará la pandemia del COVID-19, alertó este domingo el titular del Coneval, José Nabor Cruz, organismo encargado de evaluar la pobreza.

Si bien es «complicado» hablar de la cifra exacta de mexicanos pobres al finalizar la crisis, Cruz sí consideró que hay una «analogía» con la realidad actual y la de hace una década, y ello llevará a una aumento en «pobreza moderada», más no la extrema.

México acumula al momento 7.497 casos y 650 fallecidos de COVID-19, si bien las autoridades estiman que en mayo se registrará el pico de casos.

A falta de la formalización de un consejo de expertos, el Gobierno mexicano decretó hasta el 30 de mayo la emergencia sanitaria y el cierre de todas las actividades no esenciales, si bien no ha impuesto cuarentena absoluta por la gran informalidad.

El impacto en un país con una economía débil -el PIB se contrajo 0,1 % en 2019- será muy sustancial.

Los empresarios estiman la pérdida de millones de empleos formales e instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) estiman que el PIB retrocederá un 6,6 %.

LUCHA CONSTANTE CONTRA LA POBREZA

México lleva décadas luchando contra la pobreza. Entre 2008 y 2019 el porcentaje de personas pobres ha descendido levemente, del 44,4 % en 2008 al 41,9 % en 2018.

Mientras que en números absolutos, la cifra de personas pobres aumentó desde los 49,5 millones hasta los 52,8 millones, según el Coneval.

En medio, ha habido varios cambios de gobierno y distintas medidas sociales para frenar la enorme desigualdad.

Todo ello ha resultado insuficiente y las crisis mundiales lo prueban. Y la clave es, explicó, la «debilidad del mercado laboral» nacional.

LA INFORMALIDAD, EL GRAN OBSTÁCULO

Para Cruz, el principal obstáculo que pueden enfrentar ahora los mexicanos en esta crisis ‘sui géneris’ es la carencia alimentaria, los riesgos inflacionarios y el aumento de la informalidad, que hoy representa el 56,2 % del total de empleados.

«Son algunas de las variables en las que podamos ver desafortunadamente retrocesos» de los últimos años, apuntó.

Si bien el Ejecutivo ha apremiado a todas las empresas a evitar despidos, la realidad ya da señales peligrosas.

De un universo de 20,6 millones de empleos formales, el país perdió 346.878 trabajos formales del 13 de marzo al 6 de abril, cuando apenas empezaba la crisis.

En este contexto, Cruz valoró positivamente una posible rápida recuperación del turismo -que aporta 8,7 % del PIB- porque podría reducir la informalidad.

«Las actividades en sector servicios, comercial y puntualmente turísticas que se puedan recuperar en el segundo semestre del año podrán contener este aumento de actividades informales y la pérdida de empleo», dijo.

UN POSIBLE BOTE SALVAVIDAS

Ante un escenario catastrófico entran en juego los apoyos oficiales. Precisamente, uno de los caballos de batalla del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien arribó a la Presidencia de México con un mensaje claro: «Primero los pobres».

El 5 de abril, el líder izquierdista dio fe de ello al anunciar un polémico plan de reactivación en el que prometió dos millones de nuevos empleos y, sobre todo, una lluvia de ayudas.

«En suma, los programas sociales y de desarrollo promovidos por el Gobierno este año llegarán a 22 millones de beneficiarios», dijo entonces. Entre otros puntos, adelantó por varios meses el pago de la pensión universal a adultos mayores.

Este sábado, en un nuevo mensaje a la nación, aseguró que sus ayudas arribarán al 60 % de la población, «los más necesitados».

Aunque criticados por ciertos sectores, estas ayudas pueden suponer un salvavidas para muchísimos.

«El fortalecimiento de los programas sociales y de las transferencias monetarias que han estado realizando en las ultimas semanas son, insisto, una buena opción sobre todo para los hogares que reportan mayor pobreza extrema», explicó el titular de Coneval.

El experto consideró este un mecanismo de «contención» junto con el empleo, y deseó que estas ayudas, en concordancia con los gobiernos estatales, apunten sobre todo hacia esas ciudades o regiones con gran informalidad.

ATENCIÓN MÉDICA

Uno de los factores que evalúa el Coneval es el acceso a los servicios de salud. «20,2 millones de mexicanos tienen o reportan la carencia por acceso a los servicios de salud», dijo.

Este vector enumera quién está afiliado a una entidad de salud pública o privada, y quién no en este país de unos 126 millones de habitantes.

Esta cifra podría haber cambiado en estos últimos meses, puntualizó el experto. Ello debido a la promesa oficial de un acceso a la salud universal y a la reciente creación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que tiene este fin.

Entre tanto, México se prepara para el pico máximo de contagios en medio de críticas por falta de insumos y protocolos médicos.

EFE noticias

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