El COVID-19 (Coronavirus) representa un gran desafío para la humanidad. Lo primero es lamentar las pérdidas de vidas humanas por este virus y dar el consuelo a sus familiares. También, reconocer el esfuerzo de quienes han colaborado en atender el evento; personal de los servicios de salud, científicos, empresas, instituciones públicas y políticos de los gobiernos, que de forma responsable han asumido las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Aunque apenas estamos transitando este proceso y esto aún no termina.
Sin embargo, evidentemente es importante iniciar el debate sobre algunas reflexiones y aprendizajes. Este virus nos muestra el grado de vulnerabilidad de la raza humana. Un escenario para el cual no estábamos preparados, a pesar que expertos lo habían estudiado y alertado. Cabe comentar, que hoy se ha recordado el video del año 2015, en que el empresario Bill Gates (presidente de Microsoft) en una charla TEDEX, planteó este escenario. En ese momento representaba la voz, de lo que muchos expertos han planteado como escenarios. Sólo para agregar a la reflexión pensemos en las siguientes preguntas:
Si se presentase más adelante otro virus medianamente parecido al COVID-19, estarían los gobiernos del mundo preparados? Otra inquietud, y si las personas más vulnerables, no tuvieran diferenciación de edad, sino que fuese para todos por igual?
El mundo no será igual, a partir de ahora tendremos un Antes y un Después del COVID-19. Considero que estamos como si fuera octubre del año 1.945, luego de finalizada la 2da. Guerra mundial, cuando se decidió crear la ONU, con el objetivo de ¨mantener la paz y la seguridad en el mundo, promover amistad entre las naciones, mejorar el nivel de vida y defender los derechos humanos¨.
La Cuarentena obligada unida a todo lo que está sucediendo, ha generado una reflexión colectiva sobre el futuro de la humanidad y lo que es realmente importante. Debe llevar a cambios para evaluar otros escenarios (Desafíos) y que se busquen soluciones que unan a todos los gobiernos del mundo. Para mi están resumidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible promovida por la ONU, de la cual son miembros la mayoría de los países. De hecho se plantean como los desafíos de la Humanidad para lograr la paz. Por supuesto que algunos de ellos con más impacto que otros.
Desde la perspectiva de los expertos en riesgos que ya lo han alertado: El Cambio Climático prácticamente es irreversible y tendrá un gran impacto en el aumento de los niveles de los mares con los consecuentes desplazados, eventos de sequía y lluvias más intensos, aunado a mayores desastres ambientales (huracanes, etc.), pérdida de biodiversidad, flora y fauna (extinción de animales), mayores enfermedades y disminución de la capacidad de producir ciertos tiempos de alimentos generados por la agricultura, entre muchas otras consecuencias. La gran pregunta: ante este escenario estamos preparados como raza humana?.
Por ello, más allá de teorías de conspiración y de nuevo orden mundial que han salido por diferentes medios de redes sociales, prefiero unirme al mensaje que: Ha sido la madre naturaleza, como una forma de sanarse, que ha enviado este mensaje con el COVID-19.
Dios nos da este llamado de atención, para que como humanidad revisemos los términos de nuestra forma de convivir en nuestra casa común, La Tierra. El reto que nos corresponde como sociedad, a través de quienes lideran gobiernos e instituciones (empresarios, gremios, ONG´s,), es grande y debemos asumirlo para poder dejar un legado a las generaciones futuras.
Luis Cabareda
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