El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, cumplió este miércoles un mes de Gobierno intentando hacer frente a los retos que heredó de sus antecesores que incluyen unas instituciones públicas carcomidas por la corrupción, la inseguridad que bombardea a los ciudadanos y la convivencia con la fiscal general, Consuelo Porras Argueta, que intentó evitar su toma de posesión.
Arévalo recibió la banda presidencial de Guatemala el 14 de enero para sustituir a Alejandro Giammattei (2020-2024) y en sus primeras semanas de mandato ha concentrado el trabajo de su gabinete en identificar anomalías y corrupción dentro de las instituciones públicas, que durante la campaña se comprometió a «recuperar».
El mandatario, de 67 años, inició su Administración con la atención de la sociedad civil y comunidad internacional, debido a que desde el 12 de julio de 2023, la Fiscalía, dirigida por Porras Argueta, lanzó repetidos intentos judiciales para truncar su victoria electoral y evitar que ocupara la silla presidencial.
Este mes, Arévalo sumó dos intentos fallidos para concretar una reunión con la fiscal, a la que acusó de orquestar un “golpe de Estado” en su contra en 2023; ha buscado revertir polémicas decisiones de su antecesor y potenciar sus esfuerzos por mejorar la relación de Guatemala con Estados Unidos y la Unión Europea.
La visión democrática y corrupción
El abogado constitucionalista Edgar Ortiz aseguró a EFE que entre lo más destacado del Gobierno de Arévalo se encuentran «sus acciones para fortalecer el carácter democrático».
«La apertura a los medios de comunicación, reanudar una buena relación con la comunidad internacional, así como priorizar los derechos humanos, son aspectos positivos de esta Administración», agregó Ortiz.
Arévalo de León arrancó su mandato anulando el decreto de automóviles blindados y seguridad que Giammattei le había recetado a sus ministros para los próximos 5 años. Además ha expuesto anomalías encontradas en distintas instituciones del Estado.
Los gastos excesivos en el Ministerio de Comunicaciones, destituciones en Aeronáutica Civil y eliminar la patrulla fronteriza de la Policía por denuncias de corrupción han sido algunas de las acciones destacadas.
El pasado 25 de enero, Arévalo de León, en una entrevista con EFE, explicó que el 40 % del presupuesto estatal del país centroamericano es absorbido por la corrupción.
El pulso con la fiscal Porras Sin embargo, a criterio de Ortiz en 30 días de Gobierno, Arévalo ya tuvo una «derrota política» y fue la de fallar en su pulso con la fiscal, debido a que las citaciones a la funcionaria que intentó impedir su investidura no tuvieron resultado y el presidente terminó accediendo a trabajar en conjunto en temas de seguridad.
Por su parte, la politóloga Marielos Chang explicó a EFE que Arévalo ha fallado al no tener a la fecha «auditorías claves de grandes casos de corrupción que sí han existido».
«Hubiese sido una estrategia interesante que el nuevo Gobierno exhibiera grandes casos de corrupción para cuestionar a la fiscal general sobre porque esas anomalías no han sido investigadas», agregó Chang.
Los expertos consultados por EFE, Ortiz y Chang, coincidieron en que un aspecto positivo del Gobierno de Arévalo es que existe una nueva ola de personas capaces en puestos claves pero ambos consideran que el presidente tiene problemas en encontrar una salida a la fiscal.
Durante la gestión de Porras frente a la Fiscalía, que inició en 2018, ha sido acusada de estropear la lucha contra la corrupción, extremo por el que fue sancionada por Estados Unidos en 2021 e incluso esta semana algunos exfuncionarios de alto nivel recibieron medidas sustitutivas en casos que implican delitos como lavado de dinero.
La batalla contra el crimen
Una de las principales banderas de Arévalo ha sido la lucha contra el crimen con varias requisas a las prisiones de máxima seguridad, incautación de más de 600 kilos de cocaína y fortalecimiento de la Policía con nuevos vehículos y la búsqueda de una reforma policial que fue abandonada por los últimos tres gobiernos.
A criterio de Ortiz, se necesita esperar un tiempo prudente para observar si «el enfoque de seguridad a nivel interno y regional le alcanza al Gobierno para obtener las victorias rápidas que necesita para mantener el apoyo popular».
Por otra parte, Chang valora como positivo que durante las primeras semanas de la nueva Administración sean visibles las incautaciones de cocaína «porque esto casi no sucedía durante el Gobierno de Giammattei», explicó.
Tras de cumplir un mes como presidente, Arévalo partirá este jueves a una gira por Europa para participar como expositor en la Conferencia Internacional de Seguridad en Munich, Alemania, reunirse con las autoridades del Comité Olímpico Internacional (COI) y citas con su par francés, Emmanuel Macron, y con el rey de España, Felipe VI.
Chang esgrimió que es «apresurado» el primer viaje del presidente fuera del país: «Aunque la Unión Europea fue un gran aliado de Arévalo me parecía importante que permaneciera aquí hasta finalizar asignaciones importantes en sus equipos de trabajo y finalizar por completo la transición».
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