Ciudad Guayana.- Alrededor de 38 familias de la parroquia Pozo Verde del municipio Caroní, sufrieron nuevamente las afectaciones por el desbordamiento del Río Ure.

Habitantes de esta parroquia comentaron que los principales sectores afectados en esta oportunidad fueron:  el Dique, Quebrada Honda, Valle Verde, Las Dos Ceibas, Pozo Verde y Sierra Caroní.

Aunque no hubo daños mayores que lamentar, como el desbordamiento del pasado 3 de noviembre, los afectados aseguran que han perdido todos sus enseres en las últimas semanas.

Irla García, afectada de la parroquia Pozo Verde, denunció que ha tenido que romper las paredes de su hogar para sacar el agua. Sin embargo, enfatiza que ella es una persona de la tercera edad que ha sufrido daños a causa de este problema.

«Yo sacando el agua me caí. Yo tengo setenta años, y la verdad ya no estoy para esto, desearía vivir mi vejez tranquila», enfatizó la adulta mayor, quien aseguró que a pesar  que las autoridades estuvieron presentes el mismo día del desbordamiento, no les han brindado una ayuda concreta.

Desbordamiento

Muchos habitantes han tenido que dejar de asistir a sus trabajos cada vez que el Río Ure se desborda, pues llega a un nivel que les cuesta salir de sus hogares.

Ante esta situación los funcionarios del el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos y Administración de Desastres, junto a Protección Civil del estado Bolívar, estuvieron presentes evaluando la situación; sin embargo, los afectados aseguran que la única ayuda que han recibido hasta los momentos «son bolsas de comida».

Frank Delgado

Frank Delgado, habitante desde hace 21 años en la parroquia de Pozo Verde, destacó para el equipo de Nueva Prensa Digital que no es frecuente para ellos ver estas crecidas del río, que esta situación se está evidenciado este año. «A varios de nuestros vecinos se les ha tapiado su casa, a raíz de estos inundaciones. La mayoría tienen hasta seis niños en su familia y han quedado damnificados».

Vecinos unidos

Ante el momento de incertidumbre del pasado jueves 24 de noviembre, los vecinos se mantuvieron reunidos a las afueras de sus casas esperando que el agua llegara al nivel de afectación.

«Pasamos la noche en vela, todos los vecinos aquí unidos. El nivel del agua entró a nuestras viviendas y alcanzó más de 3 cm», dijo Carlos Alberto, mientras mostraba las paredes de su hogar para señalar hasta donde había llegado el agua.

 

Stephane Hernández

@stephanedhv

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