El 22 de enero de 1973 la promesa que se dio a conocer al hacerse campeón olímpico en México llegó al Estadio Nacional de Kingston como posible víctima ante un depredador con 29 triunfos sin derrotas, inspirado luego de haber vencido al ‘monstruo’ Mohammed Alí.
Los pronósticos favorecían a Frazier, pero a los 24 años el «Big» George era un irreverente y a puñetazo limpio, con movimientos más de peso pluma que pesado, derribó seis veces al monarca y le arrebató la corona.
Considerada una de las 100 peleas más grandes en la historia del pugilismo, el pleito fue un infierno para Frazier, castigado temprano con los ‘uppercut’ del retador, quien también hizo daño con su ‘jab’, sus ganchos y golpes como de patadas equinas.
Vestido con pantaloncillo rojo de ribetes blancos, Foreman hizo buenos impactos con el 1-2 y en el primer asalto derribó tres veces al campeón, ante la sorpresa de los apostadores.
En el segundo ‘round’ fue por más, sacó ventaja en los intercambios y envió a Frazier a la lona, volvió a tumbarlo segundos después y remató con una potente derecha para llevarse uno de los triunfos más relucientes de su carrera, inolvidable porque le dio su primer título mundial.
«La gente con frecuencia menciona que Joe fue derribado seis veces, pero de manera asombrosa él se levantó. Nunca vi algo así. Fue un duro de mi época», dijo después Foreman, uno de los boxeadores más grandes de la historia, con 76 triunfos, 68 por nocáut, y cinco derrotas.
Cinco años antes apareció en México con fama de chico malo luego de haber tenido problemas con la ley. Pronto mostró su talento en los Juegos Olímpicos y se hizo con la medalla de oro, al derrotar en la final por RSC (arbitro suspende el combate) al soviético Jonas Cepulis.
«No soy un sentimental, pero lo recuerdo todo, los alaridos de la gente, mi nerviosismo y el triunfo en aquel combate. En México empezó todo; el día después de ganar, firmé en la calle el primer autógrafo de mi vida», dijo a Efe cuando se cumplieron 50 años del título que lo lanzó a la fama.
Como profesional, «Big» George volvió a vencer a Frazier por nocaut en 1976, pero antes, en 1974 en Zaire, perdió la faja ante Alí en un pleito en el que comenzó bien pero fue vencido en los asaltos finales. El revés lo deprimió y, tras perder con Jimmy Young, en 1977 se convirtió en reverendo.
Es un ejemplo de perseverancia, de portento físico y de disciplina. En 1994, con 45 años ganó el título mundial y siguió activo hasta 1997, vencido por el rival ante el que todos los seres humanos terminan por claudicar: el paso del tiempo.
Con 74 años recién cumplidos, este domingo Foreman sacará a relucir su veta de memorioso y se rendirá ante el recuerdo de Jamaica, en 1973, cuando su baile en el ring fue tan virtuoso como el ‘reggae’ del pacifista Bob Marley, quien meses después de la pelea volvió a dar protagonismo a Kingston, al sacar su segundo disco: Burnin.
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