Roma, 1 oct (EFE).- Roma es ingobernable y nadie quiere ser su alcalde. Esto se escucha desde siempre en Italia, pues la capital arrastra desde hace décadas problemas que ninguna administración ha sabido resolver y un gran agujero económico, por lo que los partidos presentan a las elecciones municipales del próximo domingo y lunes figuras de segunda fila que no causen demasiado daño a su imagen.

Salvo la actual alcaldesa, Virginia Raggi, del Movimiento 5 Estrellas (M5S), el resto de candidatos con opciones son poco conocidos para los romanos: Roberto Gualtieri, exministro de Economía, del progresista Partido Demócrata (PD); Enrico Michetti, abogado, del ultraderechista Hermanos de Italia, y el independiente Carlo Calenda, exministro de Desarrollo Económico con Matteo Renzi.

«ROMA KAPUTT»

En su libro «Roma Kaputt», Marco Bettini, periodista y escritor que durante casi año y medio ocupó el cargo de jefe de la oficina de prensa del exalcalde de Roma Ignazio Marino, explica los mecanismos que hacen ingobernable la capital.

«¿Es posible administrar bien Roma? No. Porque es igualmente imposible administrar bien Italia. En la capital esta realidad es tangible porque a una ciudad con una geografía, una extensión, una estructura institucional y burocrática enorme se suman unas reglas absurdas que condicionan la vida de los municipios, regiones y autoridades locales. Ingobernable incluso para un político bienintencionado», asegura.

En las últimas elecciones de 2016, el M5S consiguió su gran triunfo al ganar la alcaldía de Roma con Virginia Raggi, una joven abogada con poca experiencia política e ideas innovadoras que hizo pensar que la ruptura con la vieja política daría savia nueva a la capital.

RAGGI CONTRA TODOS

Sin embargo, Raggi, de 43 años, ha sido para muchos la enésima desilusión. Incluso el M5S se rompió en su decisión de apoyarla en un segundo mandato, pero ante unas elecciones que dan por perdidas: ¿quién mejor que una política ya quemada?.

La gestión sin resolver de las recogida de basuras -el problema más visible y desagradable de Roma- pesa inexorablemente sobre su candidatura y si en 2016 en la primera vuelta se impuso con el 35 % de votos y con el 67 % en la segunda, ahora las encuestas le dan el 19 % por detrás del PD y la coalición de derechas, formada por la Liga, Hermanos de Italia y Forza Italia.

Raggi se defiende asegurando que ha saneado el AMA, la sociedad que gestiona los residuos, y ha renovado el transporte público, pero lo que muchos no ven y que podría darle un impuso final es su inversión en el extrarradio, en barrios populares donde un sinfín de proyectos la han convertido en una heroína.

FIGURAS DE SEGUNDA FILA Y UN INDEPENDIENTE

El PD optó por el exparlamentario y exministro de Economía durante el segundo gobierno de Giuseppe Conte, Gualtieri, de 55 años, y por no presentar a Nicola Zingaretti, actual gobernador de la región del Lacio, el favorito de sus votantes, ante el temor de quemar sus opciones a puestos de mayor envergadura.

Tras varios «no», la coalición de la derecha eligió a alguien dispuesto a sacrificarse: Michetti, de 55 años, del ultradrechista Hermanos de Italia, abogado y profesor universitario del que nadie había oído hablar salvo por frases como: «Usemos ahora el saludo romano para evitar la covid».

El cuarto candidato es Calenda, de 48 años, exministro con Renzi, que decidió crear su propio partido, «Acción», y que con su lema «elige un alcalde y no un partido» ha marcado una línea de campaña diferente.

Aunque se estima que no superará el 15 por ciento, su apoyo puede ser decisivo en la segunda vuelta.

Según las últimas encuestas de intención de voto, Michetti está por delante con el 36 % y Gualtieri, segundo, con el 28,5 %, pero llegaría al 53 % en un hipotética segunda vuelta.

LA SEGUNDA VUELTA, DECISIVA

Todo indica que la habrá y que pondrá a prueba la coalición entre el PD y el M5S a nivel nacional. Aunque se han presentado separados en las municipales, con guerra abierta incluida en el caso de Roma, fueron aliados en el Gobierno y en las futuras elecciones esta unión será vital para detener a la derecha.

«No podemos permitir que Roma retroceda 10 años. Detrás de Roberto Gualtieri están los mismos dirigentes que dejaron 13.000 millones de deuda con esta ciudad. Hay quienes gobernaron sin darse cuenta de que las empresas municipales estaban fracasando», acusó Raggi al PD.

En caso de segunda vuelta, sera importante saber a quién apoyará Raggi, mientras Michetti también ha excluido acuerdos y Calenda afirma: «si no pasamos, no daré ninguna indicación. No haré esta votación para entregársela a otra persona».

Cristina Cabrejas EFE

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