Pero la alegría por este triunfo quedó ensombrecida para Golden State a la espera de conocer el estado físico de Curry. Foto EFE

Stephen Curry sufrió este martes una distensión en los isquiotibiales y abandonó el partido en el segundo cuarto, pero los Golden State Warriors se sobrepusieron a la ausencia de su líder y vencieron a unos muy decepcionantes Minnesota Timberwolves por 88-99.

El segundo duelo de esta semifinal del Oeste se jugará este jueves también en Mineápolis.

La NBA está viviendo unos ‘playoff’ apasionantes, llenos de sorpresas y con giros de guion en todos los encuentros. El mejor ejemplo es que, por primera vez desde que en 1983-1984 se instauró el formato actual de las eliminatorias, todas las semifinales de conferencia empezaron con un triunfo visitante.

Así, los Warriors (séptimos del Oeste) se unieron con su 0-1 ante los Wolves (sextos) a los Denver Nuggets (0-1 contra los Oklahoma City Thunder), los New York Knicks (0-1 frente a los Boston Celtics) y los Indiana Pacers (0-2 ante los Cleveland Cavaliers).

Pero la alegría por este triunfo quedó ensombrecida para Golden State a la espera de conocer el estado físico de Curry, algo que podría cambiar radicalmente la serie. El base solo pudo jugar 13 minutos en los que aportó 13 puntos.

Sin su estrella, los Warriors ofrecieron una magnífica actuación coral y brillaron en defensa hasta ahogar a unos Wolves pésimos. Steve Kerr, con su equipo muy cargado tras la extenuante serie de siete partidos ante los Houston Rockets, recurrió con éxito a una larguísima rotación de doce hombres y la apuesta le salió de maravilla.

Jimmy Butler, abucheado en cada jugada por su pasado en los Wolves, rozó el triple-doble con 20 puntos (7 de 20 en tiros), 11 rebotes y 8 asistencias. Buddy Hield siguió brillando en la anotación con 24 puntos (5 de 8 en triples) y 8 rebotes. Draymond Green también se quedó cerca del triple-doble con 18 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias.

En cambio, los Wolves ofrecieron una imagen desastrosa, impropia de un equipo que hasta ahora había deslumbrado en estos ‘playoff’.

Solo metieron un 39,5 % de tiros de campo con un ridículo 5 de 29 en triples (17,2 %) frente al 18 de 42 (42,9 %) de Golden State. Siempre fueron a remolque de los Warriors y, a pesar de su superioridad física, perdieron la batalla por el rebote (41 por 51).

Anthony Edwards firmó una primera parte terrible, pero reaccionó para acabar con 23 puntos (9 de 22) y 14 rebotes. Naz Reid sumó 19 puntos y Julius Randle logró 18 puntos y 6 asistencias.

Alarma por Curry y pesadilla de Wolves

Todo lo que sucedió en la primera mitad quedó eclipsado por la lesión de Curry, que se fue directamente al vestuario cuando quedaba 8.19 para el descanso (20-30).

El base dejó el partido con 13 puntos y tras haber contribuido a un parcial de 0-15 que, ya sin Curry en la pista, redondeó un sorprendente Green con tres triples seguidos.

Lesiones al margen, la noticia de la primera parte fue la atroz ofensiva de los Timberwolves.

Ni rastro quedó en esos dos cuartos de aquel aplastante tanque que pasó por encima de Los Angeles Lakers en la primera ronda. Al contrario, Minnesota acumuló sin parar errores, malentendidos, fallos de concentración y tiros errados de forma incomprensible.

El 31-44 al intermedio dejó la puntuación más baja de los Wolves en una parte en toda la temporada. Los de Chris Finch se estrellaron con un 0 de 15 en triples, su máximo anotador fue Randle con solo 8 puntos y Edwards naufragó con 0 de 8 a canasta para solo un punto.

Si los fans de Mineápolis esperaban una reacción furiosa de su conjunto se llevaron un buen chasco.

Reid logró el primer triple de su equipo en toda la velada con 8.32 en el tercer cuarto y Edwards por fin anotó su primera canasta, pero poco más sacaron en el tercer periodo unos Wolves extraordinariamente espesos.

Mientras, todo en los Warriors iba a pedir de boca y Hield, tras su fabuloso séptimo partido ante los Warriors, tomó el relevo de Curry con 16 puntos en el tercer cuarto.

Butler le respaldó con algunas canastas de puro veterano en tanto que la extensa rotación de los Warriors, con no habituales como Jonathan Kuminga o Pat Spencer poniendo su granito de arena, seguía dando alegrías a Kerr.

Golden State llegó a ganar de 23 puntos en el tercer cuarto y encaró el último capítulo con un holgado 60-80.

Nada en la pesadilla de Minnesota apuntaba a remontada pero, de repente, el conjunto local despertó.

Toda la energía, el músculo y el acierto que no habían aparecido para los Wolves hicieron acto de presencia. Los triples de Reid, las canastas épicas de Edwards y Rudy Gobert haciéndose gigante en la zona les llevaron a colocarse a solo 9 puntos con 6.02 para el final.

Volvieron los fantasmas de todas las increíbles remontadas que se han visto en este ‘playoff’, pero Golden State encontró la manera de frenar la sangría. Hield estuvo excelente con varios triples decisivos y hasta Kevon Looney tuvo su importancia para unos Warriors muy felices con la victoria pero absolutamente preocupados por Curry.

Haliburton rompe el corazón de Cavaliers

Un triplazo de Tyrese Haliburton a falta de 1.1 segundos selló este martes el triunfo de los Indiana Pacers por 119-120 y rompió el corazón de los Cleveland Cavaliers, con tres de sus figuras lesionadas, que fueron ganando de 20 puntos y con 0-2 tras perder dos partidos en casa.

Solo un día después de la genialidad de Aaron Gordon para los Denver Nuggets contra los Oklahoma City Thunder, Haliburton realizó una imitación casi perfecta con un triple que culminó una enorme remontada de Indiana (cuarto del Este) y que deja muy tocado a Cleveland (primero).

De nada sirvieron al final los 48 puntos de un estelar Donovan Mitchell y el encomiable esfuerzo colectivo de unos Cavaliers sin los lesionados Darius Garland (dedo del pie), Evan Mobley (tobillo) y De’Andre Hunter (dedo de la mano) y muy desafortunados en una cruel recta final en la que malgastaron un +7 en el último minuto.

Haliburton, héroe de Indiana pese a que sufrió molestias en la mano izquierda, acabó con 19 puntos y 9 rebotes. Otros cinco jugadores sumaron dobles dígitos de anotación incluyendo a Myles Turner (23 puntos y 8 rebotes), Aaron Nesmith (23 puntos con 5 triples) y Bennedict Mathurin (19 puntos).

Por Cleveland, Mitchell terminó con 15 de 30 en tiros de campo (1 de 7 en triples) y 17 de 21 desde la línea de personal. También repartió 9 asistencias. Le acompañaron Max Strus (23 puntos con 5 triples y 8 rebotes) y Jarrett Allen (22 puntos y 12 rebotes) pero Ty Jerome estuvo fatal (2 puntos con 1 de 14).

Puñalada de Haliburton

Un 4-9 de salida no auguraba una noche feliz para los fans de Cleveland pero la reacción fue rápida.

Los Cavaliers dejaron claro que no iban a tirar el partido con un contundente 32-15 en el primer cuarto. No fue su ataque, uno de los más arrolladores de la liga, sino la defensa la clave de ese periodo inicial en el que asfixiaron a unos Pacers con un 31,2 % de tiros de campo (12,5 % en triples) y nada menos que 9 pérdidas de balón.

Además, Mitchell entendió desde el comienzo que su equipo necesitaba un esfuerzo mayúsculo por su parte y respondió con 12 puntos.

Haliburton sufrió molestias en la muñeca izquierda pero por fortuna pudo continuar. Además, los Pacers mejoraron sus sensaciones en el segundo cuarto sobre todo en la ofensiva.

Pero en defensa, Mitchell seguía demasiado suelto. La estrella local llegó con 21 puntos al descanso y además regaló un impactante mate sobre Siakam.

En cualquier caso, los Pacers, que habían llegado a ir perdiendo de 20 puntos, recuperaron terreno camino del vestuario (61-50) apoyándose en 15 puntos de Turner.

La reanudación se pareció mucho al primer cuarto con los Cavaliers mucho más intensos y concentrados que unos Pacers demasiado irregulares.

Volvió el +20 al marcador tras un mate de Strus (81-61 con 6.51 en el reloj), pero Indiana aún se había reservado fuerzas para intentar la remontada con 10 puntos de Mathurin (98-84 al comienzo del último cuarto).

En muy pocas ocasiones a lo largo de la noche, los de Rick Carlisle pudieron imponer su ritmo acelerado, extenuante y frenético. Sin embargo, en el cuarto periodo lograron meter una marcha más para ir acortando la desventaja entre los murmullos y las dudas del Rocket Arena de Cleveland.

La respuesta a lo largo del último cuarto fue la esperada: la de un Mitchell que con canastas épicas, asistencias como una clave para un triple de Strus y tiros libres sostenía a su equipo, que llegó con +7 al último minuto.

A partir de ahí, todo fueron desgracias para Cleveland mientras Indiana olía sangre. Nesmith se inventó un mate en rebote ofensivo tras tiro libre, Mitchell cometió falta en ataque y Siakam dejó a los visitantes a solo 3 puntos con 27.5 segundos por jugarse.

Los Cavaliers se pegaron un nuevo tiro en el pie con una pérdida de balón desde el saque de banda y llegó el momento de Haliburton, que ya había firmado la canasta ganadora en el quinto partido de la primera ronda ante los Milwaukee Bucks.

El base anotó un tiro libre y cogió el rebote tras el fallar el segundo, lo que abrió la puerta a que con un triplazo frontal certificara la remontada de Indiana y diera un zarpazo que podría ser letal a Cleveland.

¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!

Facebook X Instagram WhatsApp Telegram Google Play Store