EFE
Quito.- La Fundación Venezolanos en el Exterior denunció este viernes un suceso en el que dos ciudadanas venezolanas fueron víctimas de presuntos actos de acoso sexual, que derivaron en una agresión xenófoba en el norte de Quito.
Los hechos fueron denunciados ante las autoridades, puestos bajo conocimiento de la Defensoría del Pueblo y son investigados por la Fiscalía General, explicó a Efe el presidente de esa fundación, Eduardo Febres.
El suceso se produjo esta semana cuando las dos venezolanas, de unos 20 años, salían de un supermercado de la capital ecuatoriana y fueron abordadas por un individuo de unos 40 años, que las increpó y «comenzó a gritarles obscenidades, incluso invitándolas a tener sexo», de acuerdo a Febres.
Las jóvenes rechazaron esas afirmaciones y según relataron, el agresor se acercó a ellas e intentó tocarlas y se produjo un forcejeo.
«El señor se retira y ellas vuelven a ingresar en el supermercado y cuando salen se encuentran con siete personas entre hombres y mujeres que las rodean y agreden físicamente, las insultan y les dijeron que eso les pasaba por venezolanas», añadió Febres.
Las dos muchachas llamaron al servicio integrado de Emergencias ECU 911 en cuatro ocasiones y, a pesar de que les anunciaron el envío de una patrulla policial, este nunca llegó, según denunciaron las presuntas víctimas, que fueron identificadas como Lorena y Jeidimar.
Febres precisó que el suceso fue grabado por cámaras en el lugar de los hechos y en la cinta se aprecia cómo el señor señala a las dos venezolanas al grupo de personas que posteriormente las agreden y entre las que se encuentra una mujer mayor con bastón.
Desde la Fundación Venezolanos en el Exterior se ha brindado asistencia a las dos presuntas víctimas, y se pusieron los hechos en conocimiento de la Fiscalía y la Defensoría del Pueblo ecuatoriana «para que con todo el peso de la ley se proceda contra» los supuestos agresores.
Febres indicó que en la tarde de este viernes está previsto que la Fiscalía albergue una audiencia sobre el caso, extremo que no ha podido ser confirmado por el órgano fiscal.
Por otro lado, desde la Defensoría explicaron a Efe que su labor es meramente de vigilancia procesal y de acompañamiento a las víctimas o denunciantes durante el proceso que se siga en los órganos competentes.
Al mismo tiempo, condenaron enérgicamente cualquier caso de actitudes xenófobas, racistas y de agresión sexual que experimente cualquier persona dentro del país andino.
Febres también hizo un llamamiento a la Cancillería ecuatoriana y a la ministra del Interior, María Paula Romo, para que intervengan y eviten «la proliferación» de conductas racistas hacia la comunidad venezolana.
«Confío en el Estado ecuatoriano y su institucionalidad para erradicar la xenofobia de la sociedad y sobre todo el acoso sexual a mujeres», concluyó su mensaje.
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