Madrid.-El descubrimiento de un exoplaneta de tamaño similar a Neptuno, que orbita una estrella cercana y particularmente joven, ofrece una oportunidad única para aumentar nuestro conocimiento sobre cómo se forman y migran los planetas durante los primeros días de un sistema solar.
El exoplaneta, bautizado como AU Mic b, orbita la estrella AU Microscopii, la cual está relativamente cerca de la Vía Láctea, a 31,9 millones de años luz, y tiene «solo» entre 20 y 30 millones de años, frente a los 4.500 millones del Sol.
El hallazgo, que publica hoy, miércoles, la revista Nature, ha contado, entre otros, con la participación de Guillem Anglada-Escudé, del Instituto de Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC), así como investigadores de las universidades estadounidenses de George Mason y Maryland Baltimore County y la canadiense de Montreal.
Solo hay dos o tres estrellas conocidas que estén tan cerca y sean jóvenes, por lo que los científicos llevan una década buscando exoplanetas en ellas.
Hablando en términos astronómicos, AU Microscopii y su planeta están todavía en su infancia, de hecho, la estrella aún tiene a su alrededor un fino disco de escombros resultado de su formación.
«Los planetas, como las personas, cambian con la madurez» y ello significa que pueden variar su órbita o la composición de su atmósfera, e incluso, al contrario que las personas, volverse más pequeños con el tiempo, dice Eric Gaidos, de la Universidad de Hawai.
Por eso, el sistema AU Mic proporciona un laboratorio único para estudiar las primeras etapas de la formación de los planetas y cómo interactúan con su estrella anfitriona, así como para investigar la dinámica de formación de un sistema solar.
Una de las cosas que los investigadores quieren entender es cuándo se forman los planetas y qué hacen durante sus primeras etapas, señala Tom Barclay, de la Universidad de Maryland.
El equipo usó datos de los telescopios espaciales Tess y Spitzer de la Nasa, apoyados por las observaciones de otras instalaciones en tierra ubicadas en Hawai y Chile.
Las observaciones permitieron confirmar que AU Mic b tiene una masa no superior a 58 tierras y completa una órbita cada 8,6 días, lo que indica que está muy cerca de la estrella.
Los científicos quieren saber más sobre la atmósfera del nuevo exoplaneta, porque al haberse formado recientemente puede estar perdiendo su atmósfera a un ritmo que se puede observar.
Las observaciones también pueden ayudar a determinar de qué está compuesta su atmósfera, lo que podría dar pistas para saber dónde se formó el planeta, ya que ciertas sustancias solo pueden existir a una distancia conocida de la estrella.
Saber dónde se formó el planeta proporcionaría pistas sobre cómo se ha movido desde que se creó y ayudaría a comprender de manera más general cómo se forman y migran los planetas en un sistema solar nuevo.
El equipo considera que el nuevo exoplaneta está principalmente compuesto de gases, pues la estrella, debido a su juventud «seguramente no ha tenido tiempo aún para formar pequeños planetas rocosos», considera Barclay.
Esto «nos da una oportunidad de tener una imagen de lo que pudo haber pasado antes de que nuestros propios planetas rocosos, como la Tierra y Venus, se formaron».
AU Mic está aún rodeada de un disco de escombros a causa de su formación, además es una estrella pequeña, aproximadamente la mitad de la masa del Sol, las cuales suelen tener campos magnéticos muy fuertes, lo que las hace muy activas.
Todo ello explica, en parte, que los expertos tardaran casi quince años en detectar el nuevo planeta, pues las numerosas manchas y erupciones en la superficie de la estrella dificultaron su detección, que «ya se complicaba por la presencia del disco», según Jonathan Gagné, de la Universidad de Montreal.
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