Lima.-«La revolución y la tierra», el documental más visto de la historia del cine peruano, se ha convertido también en tiempo récord en el «más pirateado» después de que el canal estatal reprogramase su estreno en televisión ante las quejas de sectores conservadores por su emisión en plena campaña electoral.

En solo un día, una copia pirata tuvo en YouTube más de 100.000 visualizaciones, según contó a la Agencia Efe su director, Gonzalo Benavente, el mismo número de espectadores que logró captar en 2019 durante los dos meses que estuvo en una veintena de salas de Perú, donde compitió cara a cara con el éxito taquillero del «Joker».

Durante la Semana Santa también ha sido emitido de manera pirata en transmisiones en vivo a través de otras redes sociales como Facebook por personas indignadas que consideraban una censura la decisión del canal estatal TV Perú de postergar su estreno televisivo.

«No hemos autorizado ninguna emisión, pero ha habido mucha gente espontánea que, indignada por el cambio de fecha, planteó exhibirlo por otras vías. No se cuestiona el cariño que la gente tiene a la película. Siempre vamos a agradecerlo», explicó Benavente.

«Que TV Perú quiera silenciar esto previo a unas elecciones presidenciales es una discriminación y una manipulación previa de alguien que no quiere se sepa una versión de la historia para que quede otra en el aire», añadió el cineasta, que evitó tildarlo de censura.

«Después de todo lo que ha sucedido, yo lo llamaría una intervención en la programación a partir de presiones políticas», continuó.

REDEFINIENDO LA REFORMA AGRARIA

El documental se centra en los avances en derechos sociales que supuso la reforma agraria promovida en 1969 durante la dictadura militar del general Juan Velasco Alvarado, una figura denostada por la derecha peruana y muy valorada por la izquierda.

Con distintos testimonios, la película cuenta cómo Velasco acabó con un modelo semifeudal al expropiar las grandes haciendas de las familias más poderosas de Perú para dárselas a los campesinos, familias pobres y analfabetas que hasta entonces trabajaban en un régimen de semiesclavitud, sin acceso a educación ni salud.

El estreno televisivo de la película había sido programado inicialmente por TV Perú para el domingo 4 de abril en horario de máxima audiencia, a siete días de las elecciones generales que se celebran este domingo 11.

UN VETO A LOS «DINOSAURIOS»

«¿No sabes por quién votar? Mira ‘La revolución y la tierra’ y no votes por dinosaurios», escribieron los creadores de la película en redes sociales desde los perfiles oficiales del documental, un anuncio que llamaba a no votar por políticos de avanzada edad que no están abiertos a cambios sociales.

El mensaje para anunciar la emisión televisiva del documental causó revuelo en redes sociales y enseguida salieron políticos de corte conservador como el ex primer ministro Pedro Cateriano para criticar la fecha de la programación.

«Cuando ocupé la Presidencia del Consejo de Ministros mantuve un manejo neutral de TV Perú. No ordené ataques, manipulación de la información o la divulgación de programas sesgados políticamente. ¿Es oportuno que en la recta final de la campaña electoral se transmita ‘La Revolución y la tierra’?», preguntó Cateriano.

PRESIONES DE «OFENDIDOS Y ALUDIDOS»

Tras estos mensajes, desde TV Perú llamaron a Benavente para reprogramar la película para el día 18 por «presiones de ciertas personas que se habían sentido ofendidas o aludidas y que sentían que la emisión de la película se proyectaba hacia la candidatura presidencial de Verónika Mendoza (candidata de izquierda de Juntos por el Perú)», según el director del filme.

Para el cineasta, «la película no alude a ningún candidato que esté ahora en carrera electoral», porque de lo que habla es de «la libertad, la igualdad, el voto universal y el reconocimiento de la ciudadanía».

«Mucha gente se ha sentido frustrada porque, por primera vez, ha visto una película que hablaba de su origen y su herencia familiar, que no era la de del hacendado, sino la de campesinos quechuahablantes cuyos padres pudieron ir a la escuela y ellos a la universidad gracias a que se hizo la reforma agraria», acotó.

Más allá de la polémica, para Benavente este episodio revela las dificultades que tienen películas peruanas financiadas por el Estado como «La revolución y la tierra» para llegar a los espectadores, pues «las formas casi clandestinas para verlas evidencian que aún hay un largo camino para consolidar una industria cinematográfica».

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