Washington.- El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, aseguró este miércoles que los «entierros exprés» en Nicaragua y la saturación de los hospitales evidencian que la crisis del COVID-19 es «mucho más severa» de lo que ha admitido hasta ahora el presidente nicaragüense, Daniel Ortega.

«Estamos preocupados por los numerosos reportes creíbles que nos han llegado sobre hospitales que están llenos, y cuerpos que están siendo enterrados al abrigo de la noche, lo que muestra una situación mucho más severa de lo que ha reconocido el régimen», afirmó Pompeo en rueda de prensa.

El secretario añadió que Washington está preocupado por periodistas de todo el mundo, incluidos los de Nicaragua, que han sido detenidos por informar del COVID-19.

«Estados Unidos condena el uso de la pandemia en todo el mundo como un pretexto para la represión», subrayó.

Con sus declaraciones, Pompeo aludió a los llamados «entierros exprés», un término que en Nicaragua se refiere al traslado de féretros directamente de los hospitales a los cementerios, sin que se realicen los rituales tradicionales, como el velorio y la misa de cuerpo presente.

Los «entierros exprés», que no tienen precedentes antes de la pandemia en Nicaragua, son caravanas compuestas generalmente por una camioneta del Ministerio de Salud (Minsa) que carga un ataúd, custodiada por una patrulla policial y civiles armados en motocicletas que evitan fotos o grabaciones, y que salen de los hospitales a los cementerios, donde el féretro es enterrado en sigilo, por hombres vestidos con trajes impermeables blancos.

Esos entierros al principio fueron ocultados e hicieron pensar a los nicaragüenses que las autoridades escondían información.

El independiente Observatorio Ciudadano COVID-19 ha reportado 1.594 casos y 351 muertes relacionadas con el coronavirus en ese país; pero, esos datos no son oficiales.

En la última semana, las cifras oficiales de COVID-19 en Nicaragua se dispararon al pasar de 25 a 254 los casos confirmados, y de 8 a 17 la cifra de muertos.

Es la primera vez que el Gobierno de Daniel Ortega admite cifras de tres dígitos en la cantidad de contagiados y de dos dígitos en el número de muertos por la pandemia.

Ortega ha sido criticado por su decisiones sobre la pandemia, como establecer restricciones y aplicar medidas tímidas y tardías de prevención, así como promover actividades con aglomeraciones de personas, a las que asisten sandinistas, quienes luego son enviados a visitar casa por casa.

Tanto la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), han pedido a Ortega a garantizar el derecho a la salud.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización de los Estados Americanos (OEA) han manifestado su preocupación por el caso de Nicaragua.

 

EFE

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