Washington.- El Gobierno de EE.UU. anunció este viernes la prohibición de entrar al país a los dos funcionarios venezolanos que lideran la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y la Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), al considerar que han cometido «graves violaciones de derechos humanos».

Los dos funcionarios amonestados son el comandante de la DGCIM, Iván Rafael Hernández Dala, y el director de FAES, Rafael Enrique Bastardo Mendoza, informó el Departamento de Estado.

«Las organizaciones de seguridad e inteligencia lideradas por Bastardo y Hernández han estado implicadas en violaciones y abusos de los derechos humanos, así como la represión contra la sociedad civil y contra la oposición democrática», aseveró en un comunicado el titular estadounidense de Exteriores, Mike Pompeo.

Esos actos, añade Pompeo, fueron documentados «extensamente» en el informe hecho público el 4 de julio por la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

En ese reporte, Bachelet denunció que los servicios de inteligencia de Venezuela -la DGCIM y el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN)- han sido responsables de «detenciones arbitrarias, maltratos y tortura de opositores políticos y de sus familiares».

Tanto Hernández Dala como Bastardo Mendoza ya habían sancionados por el Departamento del Tesoro en febrero de 2019, por lo que tienen prohibido hacer transacciones financieras dentro de EE.UU.

El nuevo castigo del Gobierno de Donald Trump les prohíbe viajar al país y les revoca cualquier visado que pudieran necesitar,

Además, afecta a la esposa de Bastardo, Jeisy Catherine Leal Andarcia, y a la de Hernández, Luzbel Carolina Colmenares Morales, así como a los hijos menores de ambos.

Con estas nuevas acciones, EE.UU. quiere mostrar su «firme apoyo a una transición pacífica y democrática en Venezuela» que esté liderada por Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), de mayoría opositora y reconocido como presidente legítimo por medio centenar de países.

«Continuaremos impulsando iniciativas diplomáticas y económicas en apoyo de esa transición», señaló Pompeo.

EE.UU. fue el primer país del mundo en reconocer como presidente interino a Guaidó y, desde entonces, ha emprendido una campaña para sacar del poder al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, al que considera ilegítimo por haber sido elegido en unas elecciones cuestionadas por la oposición y parte de la comunidad internacional.

Para presionar a Maduro, EE.UU. ha revocado visados a varios funcionarios venezolanos y ha impuesto numerosas sanciones, entre otros, contra el hijo del presidente del país, Nicolás «Nicolasito» Ernesto Maduro Guerra.

EFE

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