El equipo de Xavi Hernández tenía la vigésima séptima jornada en el bolsillo dada su gran diferencia sobre el Real Madrid, anterior campeón, y el Atlético de Madrid. Faltaba saber qué día lo certificaría. De haber pinchado sus dos rivales hubiera festejado sin ni siquiera jugar en el RCDE Stadium. Como ganó el cuadro de Carlo Ancelotti el sábado, precisaba imponerse al cuadro perico si no quería esperar más.
Dicho y hecho. Tardó apenas veinte minutos en dejar sentenciada la victoria con los tantos de Lewandowski y Balde y en certificar el campeonato, el primero que logra Xavi como técnico del cuadro azulgrana. Ni siquiera la necesidad del Espanyol, penúltimo a cuatro puntos de la salvación, le supuso obstáculo alguno.
Lewandowski dio la puntilla a los 40 minutos y completó su sexto doblete de la campaña liguera para afianzar aún más su liderato en la clasificación de goleadores. El Barcelona no dio ya opción a las intentonas del Espanyol. Incluso el defensa francés Jules Kounde completó la goleada, aminorada por Xavi Puado a falta de un cuarto de hora y por Joselu en la prolongación.
El Atlético de Madrid no supo retener el segundo puesto, que vuelve al Real Madrid. Perdió el equipo de Diego Pablo Simeone ante el colista y descendido Elche de Sebastián Beccacece por 1-0 en un mal partido.
El duelo de técnicos argentinos se decantó del lado del preparador ilicitano, cuyo equipo se mostró más intenso que el Atlético, aunque su derrota no estuvo exenta de polémica, ya que el único gol, obra de Fidel Chaves a los 41 minutos, llegó tras un grave error del portero croata Ivo Grbic después de que Lautaro Blanco introdujera el pie izquierdo dentro del terreno de juego al sacar de banda.
El balón llegó al área y, tras el fallo en el despeje de Grbic, lo remató Fidel, que hizo el tanto. Ni el juez de linea ni el árbitro vieron la acción ilegal de Lautaro, y el VAR no le avisó de nada punible.
El francés Antoine Griezmann no brilló como en jornadas precedentes, Álvaro Morata no estuvo afortunado ante Edgar Badía y el Elche tampoco aprovechó el resto de opciones, pero sacó un triunfo que, en su situación, le sirve para ver brotes verdes, como reconoció Beccacece.
El Atlético, que acudió al Martínez Valero con el aval de su buena marcha tras el Mundial salvo las derrotas ante el Barcelona, baja por lo tanto a la tercera posición, a dos puntos del Real Madrid, que el sábado ganó al Getafe (1-0) pensando más en la vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones en Manchester ante el City.
El Sevilla, también como el Real Madrid con numerosas rotaciones por el desgaste acumulado por su semifinal de la Liga Europa ante el Juventus, continúa con su espectacular progresión desde la llegada al banquillo de José Luis Mendilíbar. No solamente el técnico vasco ha conseguido la salvación, sino que ya está a un punto de los torneos europeos que marca el Girona, empatado con Athletic y Osasuna.
No jugó bien. Incluso sufrió en Valladolid, pero acabó goleando (0-3). También hubo polémica, cuando el colegiado decretó el final del primer tiempo en el momento en el que Sergio Escudero iba a enganchar un disparo lejano que acabó en gol. Hubiera significado el 1-0 para el necesitado conjunto del uruguayo Paulo Pezzolano.
Esta acción, que provocó las airadas protestas del equipo vallisoletano y su afición, comenzó a ser el principio del fin para su pretensión de sumar un triunfo que le acercara a la salvación. El Sevilla tardó tan solo cinco minutos en el segundo periodo para abrir el marcador con un remate de pecho de Rafa Mir a centro del argentino Gonzalo Montiel.
Y entre las intervenciones del meta serbio Marko Dmitrovic y la falta de precisión del cuadro pucelano, el Sevilla puso la pegada para sumar su cuarta victoria seguida como visitante dejando la portería a cero. Lo hizo gracias a dos de los jugadores que más lo necesitaban, el argentino ‘Papu’ Gómez y el mexicano ‘Tecatito’ Corona.
Ambos no marcaban desde abril de 2022. Incluso para Corona era el partido de su reaparición tras una larga lesión sufrida en agosto. Ambos volvieron a sonreir y a confirmar el triunfo del equipo sevillista, que está protagonizando una reacción espectacular.
El Valladolid se queda empatado con el Cádiz, al que visitará el próximo viernes en un encuentro tremendo, con tan solo un punto de margen respecto a la zona de descenso que marca el Getafe, en tanto que el Espanyol queda en la penúltima plaza a cuatro puntos de la salvación.
Respira, en cambio, algo más tranquilo el Valencia, que sumó un triunfo imprescindible en Balaídos (1-2) ante un Celta que aún no puede tomarse un respiro, firmado de nuevo en la prolongación por un canterano, en esta ocasión Alberto Marí.
El joven delantero selló a los 88 minutos, con un remate de cabeza en el primer palo, una victoria que provocó el delirio en el conjunto de Rubén Baraja, que tras adelantarse pronto por medio del neerlandés Justin Kluivert (m.8) desperdidió varias transiciones claras y lo pagó con el tanto local, obra del suizo Haris Seferovic (m.60).
El triunfo ofrece a los valencianistas una renta de tres puntos, cifra no decisiva, pero sí que importante tal y como está la competición, y la derrota, tercera seguida, del Celta le mantiene en la intranquilidad.
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