“El Barrio de Pablo y Chávez” es el verdadero nombre de esta comunidad y no “Villa Tablitas” como muchos lo conocen, indicó con orgullo Marisol Marín, líder del CLAP, quien vive a un lado de la cárcava que divide el barrio Santiago Mariño, Vista al Sol y 25 de Marzo, en San Félix.
Trescientas 56 familias habitan de manera hacinadas en ranchos de tablas y zinc. En casi 18 años de fundado no tienen electricidad, tampoco agua potable, mucho menos red de aguas negras, aceras y brocales.
Todas las calles se encuentran agrietadas, huecos de grandes proporciones que dificultan caminar por ellas, a pesar de no tener red de aguas servidas, se inunda de aguas fecales por las bocas de visitas desbordadas en la arteria principal que conduce a 25 de Marzo, Inés Romero y otros sectores de la parroquia 11 de Abril.
Cuatro entradas y sin salidas
Yetsi Meneses, es una de las fundadoras de esta comunidad, “estoy cansada de pedir mejoras para Villa Tablitas. Vivimos inundados de aguas residuales por las cloacas que no dejan de botar excrementos en la principal de 25 de Marzo”, exclamó con mucha tristeza y pocas esperanzas.
La luz eléctrica, los propios vecinos la tomaron de los transformadores que alimentan a Villa Venecia, sin embargo, cuando los residentes de esta comunidad quieren dejarlos sin electricidad lo hacen, para ellos es una situación sin pocas alternativas.
La calle Simón Bolívar, “es un manantial de aguas fétidas que pasa por todo el medio de algunos ranchos, aunado a las aguas que entran por otros lados que bajan de otras calles cercanas”.
Meneses, asegura que durante 18 años, no han tenido suerte con ninguno de los gobernadores y alcaldes que han pasado por la gobernación y alcaldía. Ellos, siguen viviendo en ranchos que son una amenaza para sus moradores cuando llueve a cántaros.
Líder del CLAP
Marisol Marín de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, al ser abordada por el periodista, confirmó que la comunidad tiene 18 años de fundada y explica que el nombre real es “El Barrio de Pablo y Chávez”, en memoria de la persona que donó los terrenos para construir las casas a las personas sin techos.
En todo este tiempo, el barrio sigue siendo el mismo, solo que hay más necesidades, niños con problemas de salud, ancianos en situación de vulnerabilidad y sin los servicios básicos.
Según, son 356 familias alojadas en construcciones precarias que son de tablas y zinc, sin electricidad, sin agua potable, tampoco red de cloacas, entre otros problemas sociales.
“No fallan las bolsas del CLAP, el gas cuando se acuerdan hacen operativos, mientras tanto la gente cocina en fogón y sus necesidades en pozos sépticos; otros se van al monte”, apuntó la líder vecinal.
De acuerdo al censo que Marín maneja, residen 31 ancianos y 19 personas con discapacidad, ambos en situaciones críticas.
En los actuales momentos tienen muchos casos de dengue; meses pasados tuvieron varios casos de paludismo.
Considera necesario que se haga varias fumigaciones para el control de las plagas.
“El Barrio de Pablo y Chávez”, está sitiado de montes, aguas negras, desechos sólidos y botes de aguas blancas.
Basurero
Lugareños aprovecharon el momento para pedir al alcalde Tito Oviedo y al gobernador del estado Bolívar, Ángel Marcano, una limpieza de la montaña de basura que se halla en los alrededores de las torres de alta tensión, a un lado de Villa Jardín.
Ellos, afirman que la gente echa desperdicios en este sitio porque el aseo urbano no pasa, también, solicitan que solucionen los botes de aguas negras que perjudican a los vecinos y más a la población infantil.
El sector “Villa Tablitas”, durante estos años de revolución no ha sido tomado en cuenta en los proyectos de mejoras que tiene el Gobierno nacional, tampoco por la alcaldía de Caroní y la gobernación del estado Bolívar, apuntó uno de los afectados.
Laura González, piensa que es justo y necesario que sean tomados en cuenta, ellos piden vivir en un hogar digno, con todos los servicios básicos.
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