Poitiers, Francia.  En un esprint igualado y disputado entre los mejores velocistas del Tour, el australiano Caleb Ewan (Lotto Soudal), «el cohete de bolsillo», logró el doblete imponiendo su poderío en la undécima etapa disputada entre Châteralaillon-Plage y Poitiers, de 167 kilómetros, que mantuvo al frente de la general al esloveno Primoz Roglic (Jumbo)

Esprint espectacular, emocionante, resuelto por milímetros entre 4 «guepardos» a favor de Ewan, quien levantó los brazos con un tiempo de 4h.00.01, por delante de Peter Sagan, Sam Bennett y Wout Van Aert. La emoción se mantuvo, pero por otras causas.

Los jueces decidieron relegar a Sagan al último puesto del primer pelotón por propinar un cabezazo a Van Aert en pleno esprint, una acción peligrosa que posiblemente privó del tercer triunfo en este Tour al ciclista belga del Jumbo Visma. Por lo tanto, segundo fue Bennett, detalle importante en la lucha por el maillot verde.

Los favoritos a salvo en jornada tranquila, aunque los sustos nunca faltan. El español Ion Izagirre (Astana) sufrió una dura caída a 30 kilómetros de meta que le obligó a la retirada con un fuerte golpe en la cabeza.

El esloveno Primoz Roglic sigue firme agarrado al maillot amarillo, que defiendo con 21 segundos sobre el colombiano Egan Bernal (Ineos) y 28 respecto al francés Guillaume Martin (Cofidis), en el podio provisional. Nairo Quintana, Rigoberto Urán y «Supermán» López se mantienen en el top 10 y Mikel Landa, décimo, es el primer español a 1.42 minutos.

LADAGNOUS, UN QUIJOTE CONTRA TODOS

No son habituales en el Tour las escapadas de un solo corredor, y menos desde el inicio. Pero siempre hay valientes que piensan que soñar es gratis. El francés Mathieu Ladagnous (Groupama-FDJ) se marchó de inicio nada más abandonar la inédita ciudad de Châtelaillon-Plage, sede de un festival internacional de cometas.

Como impulsado por el viento, cuán Don Quijote, el ciclista galo apretó los dientes para luchar contra un pelotón de 163 corredores que no se inmutó al ver desaparecer al aventurero en lontananza.

Ladagnous, un veterano corredor de 35 años nacido en Pau, trataba de ser protagonista dentro de un equipo que al perder a su líder Pinot para la general, ahora debe luchar por las etapas con los subalternos, y el modo heroico es un método como otro cualquiera.

Superado el kilómetro 110, la aventura de Mathieu Ladagnous se convirtió en la escapada en solitario más larga de esta edición del Tour de Francia. Pequeño éxito para no irse de vacío después de tanta paliza. Y fue declarado combativo del día, lo que en el Tour supone subir al podio a recibir un trofeo. Inolvidable.

Mientras, en el esprint intermedio de Les Grands Ajoncs, Sam Bennett volvía a humillar a Sagan en la refriega por el maillot verde. El triple campeón del mundo nunca se había quedado sin victoria de etapa a estas alturas del Tour. Ahora colecciona puestos secundarios.

ION IZAGIRRE CAE Y SE RETIRA, EWAN LOGRA EL DOBLETE

La marabunta sacó de su sueño imposible a Ladagnous a 43 kilómetros de meta, cuando empezó otro capítulo de una de esas etapas que se definen de transición, es decir, de paso hacia la próxima cita directa entre favoritos, probablemente el fin de semana en el Puy Mary y el Grand Colombier que cerrará la semana.

El ritmo se animó bajo el impulso del Deceuninck y Jumbo Visma, y salieron los nervios por coger la posición dentro de un grupo que aún rodaba ancho y compacto. Una caída dejó fuera de combate al español Ion Izagirre (Astana), en una zona entre dos casas. El ciclista vasco se fue contra el muro. Un hombre menos, e importante, para «Supermán» López en su lucha por el podio.

Desatada la carrera el Ineos adoptó su posición habitual en cabeza para proteger a Bernal de las caídas, para retirarse a 3 kms de meta. Entonces Lotto Soudal y CCC tensaron para colocar a Ewan y Trentin.

Hubo quien lo intentó a última hora. El austríaco Lukas Postlberger (Bora) se adelantó al grupo, llevándose a rueda a dos hombres del Deceuninck: Jungels y Asgreen. El viento de cara perjudicó la rebelión, aplazada por el pelotón bajo la pancarta de 2 kilómetros.

Eterno esprint, con tiempo para las estrategias, las miradas, los amagos. Van Aert lanzó un ataque que parecía definitivo, pero Sagan le propinó un cabezazo que descompensó la maniobra del belga. Uno menos. Por el centro se coló Ewan, a su rueda Bennett. Máxima igualdad resuelta por el ciclista «aussie».

Quinta victoria en el Tour para el ciclista de Sydney, de 26 años, en momento dulce de forma. Otro ciclista del club de las tres grandes. En el Giro ha firmado 3 etapas y 1 en la Vuelta.

En los despachos, Sagan, que ya fue expulsado en 2017 por derribar a Cavendish en el esprint de Vittel, fue relegado esta vez al último puesto del pelotón que disputó la victoria. Puede dar las gracias.

EFE noticias

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