A lo largo de toda la pandemia del coronavirus hemos ido comprobando cada vez más secuelas una vez se ha superado la enfermedad. Entre ellas se encuentran la pérdida del cabello, la anosmia, la pérdida del gusto, los dolores de cabeza, musculares… y un largo etcétera. Pero recientemente, también se ha demostrado que uno de los efectos secundarios que deja la COVID-19 es la disfunción eréctil. Así lo explica Celia Blanco, en El País.
El pasado mes de diciembre, Dena Grayson, doctora estadounidense especializada en enfermedades infecciosas, explicó para la NBC: “Existe una preocupación real de que los hombres puedan tener problemas a largo plazo de disfunción eréctil debido a este virus, porque sabemos que causa problemas en la vasculatura. Esto es algo que despierta verdadera preocupación. El nuevo coronavirus puede no solamente ser mortal, sino que también es capaz de causar complicaciones en la vida a largo plazo”, añadió.
Puede aparecer incluso en los casos leves
Grayson advierte que este tipo de problema puede aparecer incluso en aquellas personas que hayan sufrido la enfermedad de una forma más leve e insiste en mantener todas las precauciones posibles frente al coronavirus: “Insto a las personas a que se cuiden, ya que, aunque se tenga una infección por COVID-19 leve, ahora sabemos que las personas pueden tener complicaciones en la salud a largo plazo por este virus, como secuelas neurológicas”, concluyó la experta para la NBC.
La COVID-19 podría afectar a los cuerpos cavernosos
Que el coronavirus afecte al órgano de reproducción masculino podría deberse a que el patógeno provoca enfermedades neurológicas que afectan a los cuerpos cavernosos (tejido eréctil), entre ellos, a los del pene, como explican en El País.
Javier Romero, jefe de Andrología del Hospital Universitario 12 de Octubre, señala para el citado medio: ”Lo que no está tan claro son los motivos por los que sucede. Parece ser que es multicausal. El coronavirus, cuando afecta al ser humano, lo hace sobre el endotelio, sobre los vasos sanguíneos. Hay una teoría de que podría afectar directamente sobre los cuerpos cavernosos. Luego, el pene es un órgano vascular, es donde los vasos sanguíneos están más concentrados”, indica Romero.
Una teoría señala que la COVID-19 afecta a los testículos
“Esto podría traducirse en una disfunción eréctil. Sumemos a esto que muchos enfermos de COVID-19 tienen enfermedades pulmonares. Esto se traduce en que la neumonía vírica altera la oxigenación de la sangre, lo cual puede ser motivo de disfunción eréctil. Por si fuera poco, los daños neurológicos, como por ejemplo el que motiva la pérdida del gusto provoca neuropatías que se dan en la disfunción. Y, para rematar, hay una teoría que dice que el coronavirus afecta a los testículos”, señala el andrólogo.
“A todo esto hay que sumarle el estrés, el proceso traumático que supone pasar una enfermedad por la que muere tanta gente. Una situación que también afecta a la erección. Muchos de los problemas de disfunción eréctil se tratan con terapia, no con fármacos. Por eso es importante acudir al médico en cuanto sucede”, añade Romero para El País.
Retroceso en las consultas por disfunción eréctil
Por otro lado, el jefe de Urología del 12 de octubre señala: “No ha habido un aumento de consultas sobre disfunción eréctil; al contrario, ha habido un retroceso, causado entre otras cosas por el miedo. El coronavirus da miedo. Los hospitales están desbordados, las unidades dejan de atender casos menos graves, la disfunción eréctil que ya cuesta hablarla sin pandemia, ahora ni se menciona. Los casos de enfermedades más graves son los que estamos atendiendo. Cáncer de próstata o enfermedades de riñón, fundamentalmente”, concluye para El País.
Con información de ElPais
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