Houston, Estados Unidos. El béisbol profesional de las Grandes Ligas vive, como el resto de los deportes en Estados Unidos, no solo la incertidumbre de la suspensión de todas las actividades, en su caso la recta final de los campos de entrenamientos y el inicio de la nueva temporada, sino que también la posibilidad que en cualquier momento uno de sus atletas de positivo al coronavirus.

Una noticia que nadie quiere escuchar, pero que por desgracia ya se ha dado con más frecuencia de lo deseado en la NBA, donde oficialmente hay 10 jugadores contagiados, al dar positivo al COVID-19, y otras cuatro personas más que trabajan en la organización de los equipos de los Nuggets de Denver (3) y de los Sixers de Filadelfia (1).

Aunque el comisionado de las mayores, Rob Manfred, actuó con prontitud al igual que hicieron todas las ligas profesionales con la suspensión de la competición, es consciente que cientos de jugadores que estuvieron en contacto y conviviendo en los campos de entrenamiento durante casi un mes al final algún tipo de contagio tendrá que darse.

De hecho ya hay tres en las ligas menores, con dos jugadores de los Yanquis de Nueva York, uno de ellos es el joven lanzador cubano Denny Larrondo, de 17 años, y un empleado del campo de entrenamiento de los Rojos de Cincinnati, que tienen su sede en Goodyear (Arizona).

Larrondo, nativo de Villa Clara (Cuba), fichó con los Yanquis en el 2018 y se le considera una de las promesas en el montículo de los Bombarderos del Bronx.

El lanzador derecho cubano, que se convirtió en el primer jugador de béisbol en las menores contagiado por el coronavirus, salió 12 veces al montículo durante la pasada temporada al formar parte del equipo que los Yanquis tienen en la Gulf Coast League.

Lo anterior es visto por los propios directivos de las Grandes Ligas como el indicio más claro que alguno de los profesionales de las mayores ya está portando el nuevo coronavirus sin que todavía tengan síntomas.

Pero la oficina de las mayores ha informado a todos los equipos que deben estar listos para comenzar a someterse a los exámenes del coronavirus en cuando uno de sus jugadores de positivo y además seguir toda la trayectoria que haya tenido durante su participación en los campos de entrenamiento.

La confirmación ayer, jueves, del primer caso de coronavirus en la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), el positivo al COVID-19 del entrenador en jefe de los Saints de Nueva Orleans, que todavía ni tan siquiera han comenzado los entrenamientos, puso aun más en guardia a las Grandes Ligas.

«Lo importante es que ya estamos preparados para hacer frente si nuestra liga se convierte en la próxima a la que le toca anunciar que hemos tenido el primer caso positivo de contagio del coronavirus», señaló Manfred.

EFE noticias

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