Su nombre es GIDE, o Experimento de Dominación Global de Información por sus siglas en inglés. Su funcionamiento es claro: aumentar la cantidad de información en tiempo real a la que pueden acceder los líderes del ejército para prepararse ante una acción enemigo y, a ser posible, acabar con ella antes de que un conflicto haya tenido lugar.
Dicho en un lenguaje más plano, se trata de una tecnología para predecir lo que van a hacer los enemigos y evitar que lleguen a atacar.
El comandante Glen VarHerck de NORTHCOM (el Comando Norte de los Estados Unidos) ha anunciado esta nueva tecnología y ha confirmado que llevan probándolo ya un tiempo indeterminado para mejorar las tomas de decisiones y el procesado de información en el ejército.
El último experimento llevado a cabo con GIDE ha simulado un ataque en el Canal de Panamá con 11 comandos del ejército estadounidense simulando ser una amenaza. VanHerck ha explicado que, durante la operación simulada, se adquirió información a través de multitud de sensores situados por todo el mundo, tanto en el espectro militar como en el civil.
Al arrojar estos datos en un modelo de inteligencia artificial capaz de predecir patrones y de dar la alerta cuando se presenta un riesgo, como la presencia de un submarino.
Al tener esta información antes de lo que se puede conseguir por métodos tradicionales, el ejército puede tomar medidas con más tiempo para evitar la escalada de un conflicto.
Sus responsables señalan que GIDE no inventa ni suma información por su cuenta. “Hay que tener en cuenta que esto no es nueva información, sino que es información que a día de hoy no se analiza y procesa hasta pasado un tiempo del conflicto”, aseguran. “Todo lo que estamos haciendo es tomar y compartir y hacerla viable antes. Así, nuestra toma de decisiones clave tendrá más opciones antes de vernos forzados a escalar un conflicto”.
Entre la información que esta tecnología sería capaz de contemplar, figuran datos como la cantidad de coches en los parkings, los aviones presentes en los aeropuertos o, en casos más específicos, detectar cuándo se están preparando misiles para ser lanzados.
Pese a estar todavía en su infancia, GIDE ya está rodeado de polémica, pues parte de su tecnología proviene del fallido Proyecto Maven contra el que los empleados de Google se rebelaron cuando descubrieron que su empresa estaba desarrollando tecnología de reconocimiento de personas para el ejército.
Todos los programas informáticos ligados a GIDE están ya disponibles y listos para ser desplegados en los distintos puestos de combate del ejército estadounidense. Pero según sus creadores, hará falta de la colaboración de aliados internacionales para que se desarrolle todo su potencial.
Con información de Noticiaypunto
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