EFE
Managua.- El embajador de Estados Unidos en Nicaragua, Kevin Sullivan, mostró este lunes su admiración al obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio Báez, crítico del presidente Daniel Ortega, «por su liderazgo espiritual», a pocos días de que el religioso parta hacia el Vaticano, por petición de Francisco.
«Mi respeto y admiración por monseñor Silvio Báez por su liderazgo espiritual y trabajo pastoral en Nicaragua. Le mando mis mejores deseos para su próxima misión en Roma», dijo Sullivan, en su cuenta en Twitter.
Báez, uno de los personajes más influyentes de Nicaragua, ha mantenido su punto de vista crítico del Gobierno en medio de la crisis sociopolítica que estalló en abril de 2018, y que ha dejado cientos de manifestantes muertos, desaparecidos o presos, así como decenas de miles de exiliados.
Ayer domingo el obispo, quien recientemente confirmó haber sido objeto de un plan para asesinarlo en 2018, dijo que el Gobierno de Ortega «no quiere dialogar y nunca ha querido dialogar» para encontrar una salida a la crisis.
En Nicaragua los opositores creen que el obispo fue llamado al Vaticano para un «exilio forzado», y ven la decisión de Francisco como un movimiento a favor de Ortega.
El mismo Báez ha reiterado que, si bien aceptó la decisión, no es una que hubiera tomado de forma unilateral en el momento en que se encuentra Nicaragua, al que considera «un país crucificado» por un Gobierno que lleva 12 años consecutivos en el poder.
La semana pasada Sullivan reafirmó el apoyo de Estados Unidos a «los nicaragüenses que luchan por un país democrático, con justicia y respeto por los derechos humanos».
Báez, un integrante del Episcopado que fue mediador en el diálogo entre el Gobierno y la oposición que inició en mayo y culminó en julio con el abandono de Ortega, ha insistido en que debe haber justicia para las víctimas de la crisis, y en que el pensar distinto no debe ser considerado delito.
Ortega ha señalado a Báez y al resto del Episcopado de Nicaragua como promotores de un supuesto «golpe de Estado fallido» en su contra.
El conflicto interno de Nicaragua ha dejado al menos 325 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos humanitarios locales mencionan hasta 568, y el Gobierno reconoce 199.
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