Caracas.-Este domingo 11 de abril sonará el pitazo inicial del fútbol profesional venezolano, el único torneo de Conmebol que no había reanudado sus acciones. El encuentro será entre Deportivo La Guaira contra Aragua, en el estadio Olímpico de la UCV (7:30 pm). El resto de la jornada se disputará desde el jueves. Pero este certamen tendrá una particularidad: una Liga FUTVE regida por la misma organización de clubes.

Una petición de los equipos desde hace varias temporadas y que se dará este 2021, luego de que la Junta Normalizadora le diera el visto bueno desde el año pasado. Esta etapa donde la Liga FUTVE solo tenía injerencia en el mercadeo, prensa y comercialización del producto es pretérito.

El aspecto arbitral, como es normal en otros países, será uno de los pocos que dependerá de la Federación Venezolana de Fútbol. Ahora la asociación de clubes tendrá su Comité Disciplinario, además de la potestad de suspender o reprogramar juegos.

Una prueba de fuego, pero a su vez un aire nuevo a la organización del balompié profesional. Como todo primer ensayo, los errores no faltarán, solo el tiempo determinará el alcance y la valoración (positiva o negativa) de esta medida. Sin olvidar que el país sufre los embates de una larga crisis económica y aún navega en medio de la pandemia de la Covid-19 (por ende, se jugarán sin público en las gradas, pruebas PCR semanales y el resto de los protocolos sanitarios).

En cuanto al formato, por las dificultades anteriormente nombradas será en tres grupos.

El sector Oriental será conformado por: Caracas FC, UCV FC, Monagas SC, Mineros de Guayana, Atlético Venezuela, Metropolitanos FC y Lala FC.

En el grupo Occidental se encuentran: Deportivo Táchira, Hermanos Colmenarez, Estudiantes de Mérida, Trujillanos FC, Zamora FC, Portuguesa FC y Zulia FC.

Por su parte, en el grupo Central están: Deportivo La Guaira, Aragua, Gran Valencia, Carabobo, Deportivo Lara, vs Yaracuyanos y Academia de Puerto Cabello. A pesar de los problemas con las deudas de clubes como Trujillanos o Lala, el torneo contará con 21 equipos y no indicativos que, de entrada, que alguno se baje del barco.

Los mejores dos de cada grupo disputarán el hexagonal A, todos contra todos en una ida y vuelta.

El primer lugar y el segundo irán a la fase de grupos la Conmebol Copa Libertadores. El tercero a la segunda fase previa y el cuarto a la primera fase previa. Los últimos dos de ese hexagonal irán a la Conmebol Copa Sudamericana. También se tiene estipulado que el primero y el segundo de este playoff disputen un encuentro por la estrella.

¿Y los otros dos cupos a Sudamericana? Saldrán del hexagonal “B”, al cual se clasificarán los terceros y cuartos del grupo oriental, central y occidental. Los dos primeros de esta liguilla se llevarán los últimos boletos a competición internacional.

A diferencia del Torneo Normalización 2020, para este año vuelven los descensos. Los dos equipos con peor puntaje de los tres grupos perderán la categoría. Mientras que el tercero disputará un duelo de promoción contra el subcampeón de la Liga AC2, en una serie de ida y vuelta.

Otra modificación con respecto al año pasado es que, en vez de la obligatoriedad de tener dos juveniles de la norma en cancha, se volverá a solo uno. Las edades del futbolista de la regla serán de 2001 hasta 2005 (con 16 años cumplidos).

¿Qué esperar de la temporada 2021?

Un torneo con 21 equipos siempre atentará contra la competitividad, en Venezuela y en muchos países del mundo. Si se le suma la cantidad de jugadores que emigraron, de diferentes edades y jerarquía, el escenario se pone más oscuro. Sin embargo, los juveniles son la luz al final del túnel y el gran atractivo del torneo criollo.

Ese bonito sentimiento de ver en sus inicios al nuevo Yeferson Soteldo o Yangel Herrera, antes que parta a otra latitud y solo vuelva a la nación para enfundarse la casaca de la Vinotinto. Suena a disco rayado, pero como el pasado reciente –y muy posiblemente persista esta tendencia en el futuro a corto y mediano plazo– los talentos bisoños acaparan la escena. Con todo lo que implica la inexperiencia: errores que arrastran de etapas formativas o falta de lectura de juego, pero que en contraparte otorgan energía e irreverencia.

Aunque por tanta juventud, los viejos rockeros toman un rol predominante.

Una frase cliché y reiterativa en todo análisis de la Liga FUTVE, pero que no pierde veracidad. Veteranos como: Edgar Pérez Greco (Deportivo Táchira), Charlis Ortiz (Deportivo La Guaira), Evelio Hernández (Metropolitanos), Jesús Gómez (Estudiantes de Mérida), Richard Blanco (Academia Puerto Cabello) o Grenddy Perozo (Monagas).

En referencia a la importación, los nombres rutilantes son la excepción, muchos son piezas que tuvieron pasado en el torneo local o desconocidos con la esperanza de un rendimiento similar a los de Gaby Torres, Carlos Sierra o Brayan Moya. Aunque hay un fichaje foráneo que se lleva todos los reflectores: Álvaro Pereira, una de las apuestas de Estudiantes para conseguir la tercera estrella en su 50 aniversario.

El uruguayo no llega al nivel de importancia de Jairzinho (muy difícil que venga otro campeón del mundo, que la temporada anterior haya ganado la Libertadores), pero sin duda es el fichaje más influyente del siglo XXI. Mundialista y ganador de la Copa América 2011, mientras que Europa fue multicampeón con el Porto y se enfundó la casaca del Inter de Milán. Otra alta, que no ha hecho ruido, pero en su antiguo paso por el país fue figura es la de Tommy Tobar, que se cansó de marcar con el Carabobo y ahora reforzará al Atlético Venezuela.

La lozanía no solo domina dentro del campo, sino en los banquillos. Muy pocos superan los 50 años, entre los experimentados están Noel Sanvicente, Carlos Maldonado y Alí Cañas.

Centenares de partidos en sus pizarras y unas cuantas estrellas en sus currículos. El tema es que la edad en este caso no es sinónimo de inexperiencia, como ejemplifican los casos de Jhonny Ferreira y Daniel Farías. El torneo también tendrá DTs con cédula extranjera: Daniel Farrar (Paraguay) y Marcelo Gómez (Argentina). Ambos en su primera experiencia con estrategas fuera de sus países.

El guaraní llega con el apodo de “Guardiolita” y luego de clasificar a competiciones internacionales en equipos modestos de Paraguay, lo que espera replicar con Yaracuyanos. Mientras que el ex volante “5” del Vélez Sarsfield que lo ganó todo con Bianchi en los 90s, llega de ser subcampeón de la Reserva con Independiente de Avellaneda y tiene la intención de volver a Zamora a lo más alto.

Los candidatos al título claramente son Táchira y La Guaira por el peso de sus plantillas, las más robustas del país. En esa disputa no se puede descartar al Caracas por historia, la calidad de sus juveniles y la capacidad de “Chita” Sanvicente de hacer mucho con poco. Tampoco debería ser sorpresa que Estudiantes de Mérida o la Academia Puerto Cabello cuaje un buen torneo por su mercado de fichajes.

Si el foco no lo ponemos en las altas, sino en los procesos con tiempo, Aragua y Metropolitanos deberían repetir competición internacional. Mientras que Lala y Trujillanos apuntan a sufrir en sus respectivos grupos por mantener la categoría por sus problemas institucionales.

En el caso del grupo Central, que es el más complicado, la pugna por la salvación la deberían definir entre Gran Valencia y Carabobo, por la juventud de sus plantillas.

Pero ¿Se puede pronosticar resultados en la Liga FUTVE? Muy difícil. El día de mañana puede ganar la estrella Deportivo Lara con Jesús Hernández de goleador y un cambio de estilo (más posesión y menos pragmático de la mano del argentino Martin Brignani).

También puede suceder que Trujillanos luche por Sudamericana en el hexagonal “B”. En el balompié criollo es muy complicado hacer proyecciones. A diferencia de Paraguay o Uruguay, cualquiera le puede ganar a cualquiera desde hace varios años y hay una rotación en los puestos de competiciones internacionales. La incertidumbre en el resultado final es otro atractivo del fútbol venezolano.

No es el mejor campeonato de la Conmebol, pero tampoco el peor del mundo. Los argumentos están expuestos y el formato explicado. Solo toca disfrutar de la pasión por el #FutVe, un sentimiento que muy de a poco (por la falta de énfasis en el trabajo de mercadeo) suma más adeptos a su feligresía, pero a los que tiene enganchados son fieles a su fútbol hasta el final.

Balonazo.com

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