Palma, España. Rafael Nadal tiene poderosas razones para no olvidar, en toda su vida, un año 2019 mágico en el que contrajo matrimonio con Maria Francisca Perelló, ganó cuatro títulos, entre ellos los Grand Slams de Roland Garros y US Open, la Copa Davis con España y acabar la temporada como número uno del mundo.
A partir de su triunfo en el ATP 1.000 de Roma, logró encadenar 27 victorias en 28 partidos entre mayo y septiembre. Pero en la capital de Italia hubo un antes y un después en lo que sería su temporada.
En el Foro Itálico el mallorquín alzó su noveno trofeo en la historia de ese torneo, que une a los doce que ha ganado en Roland Garros, los once del ATP Master 1.000 de Montecarlo y del ATP 500 de Barcelona.
Entre estos cuatro escenarios acumula el 51,1 por ciento de los 84 títulos que componen su dilatado palmarés en individuales.
En París, Nadal también inscribió su nombre con letras de oro este año al convertirse en el único tenista capaz de ganar la Copa de los Mosqueteros en doce ocasiones: 2005, 2006, 2007, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2017, 2018 y 2019.
Después, al revalidar el título en el ATP Masters 1.000 de Canadá, el balear sumó 4.720 puntos de los últimos 6.000 a los que había optado en total en los torneos disputados, gracias a un récord de partidos de 21-1.
En septiembre afrontó el US Open como gran favorito, y no defraudó, conquistando su decimonoveno Grand Slam al derrotar en la final al ruso Daniil Medvedev, colocándose a tan solo uno de los veinte del suizo Roger Federer.
En octubre, Nadal y María Francisca Perelló, su novia de toda la vida, protagonizaron la boda más esperada en una gran fiesta celebrada en la finca de Sa Fortaleza de Pollença (Mallorca), a la que asistieron los reyes eméritos, Don Juan Carlos y Doña Sofía, familiares y amigos de la pareja.
Fue un paréntesis en su carrera deportiva, que continuó al sumar un punto para el Equipo Europa en la Copa Laver disputada en Ginebra y participar en las Finales ATP de Londres, en la que una derrota ante el alemán Alexander Zverev le impidió acceder a las semifinales.
La alegría para el de Manacor llegó tras recibir en la capital británica el trofeo que le acredita finalizar la temporada como número uno del mundo por quinta vez, tras 2008, 2010, 2013 y 2017.
“Estoy superfeliz. Sinceramente después de todo por lo que he pasado en mi carrera, con las lesiones, nunca pensé que con 33 años y medio tendría este trofeo en mis manos. Es algo muy emocional que ha llevado mucho trabajo. Sin mi familia y mi equipo esto hubiera sido imposible», declaró entonces.
Nadal cerró 2019 contribuyendo de manera poderosa al triunfo de España en la Copa Davis en la Caja Mágica de Madrid tras sumar ocho puntos para el equipo capitaneado por Sergi Bruguera al ganar cinco partidos individuales y tres de dobles, junto con Marcel Granollers y Feliciano López.
Fue la sexta corona para La Armada y la quinta en la que participaba el mallorquín.
Además, como particularidad, fue el trofeo número cien que consiguió Nadal, sumando sus 84 trofeos en individuales, 11 en dobles y las 5 Copas Davis.
“Ha sido un año muy emocionante y por fin están reunidos todos los trofeos en el museo (Rafa Nadal Museum Xperience en Manacor). Me hacía mucha ilusión añadirlos, y aquí los tenéis para disfrutarlos el tiempo que queráis», declaró el número uno del mundo al posar con los seis trofeos conquistados este año.
Nadal cierra 2019 con un reconocimiento muy especial para él al ser distinguido con el Premio de Convivencia convocado por la Fundación Profesor Manuel Broseta por su «solidaridad con los más vulnerables, haciendo del deporte y la educación una auténtica escuela de convivencia».
EFE
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