Miami, Estados Unidos.  La pandemia de la covid-19 golpeó con alevosía a las industrias del arte y del entretenimiento, pero músicos y artistas locales como el DJ Mr. Pauer y la rapera Lyrical G. se rebelan contra el coronavirus en forma de nuevas composiciones que presentan en el festival Little Havana Social Club, este año en formato virtual, y que les sirve de válvula de escape.

En un tiempo dominado por una pandemia que redujo a cero los espectáculos en vivo, ambos han hallado en este evento organizado por el Koubek Center, que este año se publicita con el agregado «en casa», el efecto terapéutico en un tiempo de «malas noticias», como dijo a Efe Mr. Pauer, nombre artístico del venezolano Toto González.

«El arte es un respiro, es para que el público se pueda sentir mejor», señaló el músico, muy conocido en la escena local de Miami y que ejerce de maestro de ceremonias en el festival, que tras sus dos primeras fechas emitidas en Facebook los pasados 29 de octubre y 19 de noviembre, la de clausura hará lo propio este jueves 17, siempre vía «streaming» en la red social.

«La música salvó mi vida. Estaba yendo cuesta abajo cuando era joven», dijo a Efe por su parte Sierra Shawn, o Lyrical G en el escenario, quien tras cantar y rapear desde los 7 años encontró el disparadero en el programa de educación musical para jóvenes de comunidades pobres que ofrece la organización de Miami Guitars Over Guns y en la que ahora ella es una mentora.

«Todos quieren ser escuchados y alguien que los escuche», resaltó la rapera, quien participó en la segunda fecha del festival, el mismo que la ha motivado a seguir creando de cara al próximo año.

ARTISTAS LOCALES, AUDIENCIA GLOBAL

Después de actuar a comienzos de marzo en el Electric Daisy Carnival en Ciudad de México, un evento que reúne a unas 90.000 personas, a su vuelta a esta ciudad del sur de Florida Mr. Pauer cayó en un dique seco, con ninguna presentación en vivo en el horizonte a causa de la pandemia.

«Abril y mayo fueron meses de mucha incertidumbre, temor», dijo. De a poco, el artista, que radica desde hace 27 años en Miami, empezó a utilizar internet para mostrar parte de su trabajo y descubrió en los conciertos en «streaming» una experiencia diferente a los recitales en vivo, pero una herramienta «válida» para impactar más allá del ámbito local.

«Hay que entenderlo como una nueva forma de expresarse artísticamente. Una suerte de entretenimiento bajo demanda: la gente escoge la hora, lugar y cómo verlo. Esta forma me parece fabulosa», manifestó el músico, quien además cree que este formato «ha venido para quedarse».

A Mr. Pauer se le verá el jueves 17 de nuevo como maestro de ceremonias en la tercera y última fecha del festival «Little Havana Social Club ¡en casa!» y que este año no ha podido celebrarse en su escenario habitual: los jardines de la casona de estilo mediterráneo construida en 1929 y que es sede del Koubek Center.

En la jornada de clausura del festival, al que le seguirá una nueva edición virtual en febrero, actuarán el grupo de música cubana Cortadito, la cantautora Yoli Mayor, y Flamenco Dance, que presentará una coreografía de Irene Lozano.

«La respuesta ha sido maravillosa», señaló el venezolano, quien destacó que las dos primeras fechas de este festival acumulan cada hasta hoy más de 12.000 visualizaciones.

EL DESCONCIERTO DEL DESEMPLEO

Un salvavidas en especial para los artistas locales, quienes viven de tocar en los circuitos de salas de su entorno, lo cierto es que los conciertos vía «streaming» no han alcanzado para maquillar el mazazo que ha supuesto para la industria del entretenimiento la reducción a mínimos de los conciertos y las giras por el coronavirus.

En un año en que el sector de los espectáculos en vivo esperaba cruzar la cifra global de 12.200 millones de dólares en ingresos, lo cierto es que finalmente van a cerrar este inefable 2020 con pérdidas de 9.700 millones de dólares, según dio a conocer el pasado viernes la revista especializada Pollstar.

Si además se le añaden la pérdida por ingresos externos relacionados a los conciertos y shows en vivo, como el patrocinio, concesiones, «merchandising», transporte, restaurantes u hoteles, entre otros, la publicación señala que el golpe al sector se podría cifrar hasta en 30.000 millones de dólares.

En Estados Unidos, según Billboard, la pandemia se ha comido entre 75.000 y 100.000 empleos de tiempo completo en el sector de los espectáculos en vivo.

EL ARTE SALVA VIDAS

El encierro al que empujó la pandemia ha brindado sin embargo tiempo libre a los artistas para crear y componer, como ha sido el caso de la rapera Lyrical G, quien en el evento del Koubek Center abordó en versos de rap las marchas contra la violencia policial y a favor del movimiento Black Lives Matter (Las Vidas Afroamericanas Importan).

«Después de la pandemia muchos artistas vamos a salir con más música y creaciones, nos está ayudando de algún modo», dijo a Efe la cantautora, que revela que en estos meses no ha dejado de crear.

Mr. Pauer, por su parte, coincide que a causa de la crisis sanitaria el mundo «cambió radicalmente» y en ese sentido el arte tiene que «actualizarse en la forma en que se ofrece».

«Los conciertos serán más interactivos, al igual que las performances y la danza. No hay que cerrarse a la tecnología y hay que pensar que en un momento esto va a florecer de nuevo», auguró.

EFE noticias

¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!

Facebook X Instagram WhatsApp Telegram Google Play Store