«Confío en el trabajo hecho, voy con todo para no dejar dudas contra una gran campeona. Admiro a Amanda; sin embargo, también me admiro a mi misma», le dijo a EFE Cruz, que cumplió uno de los entrenamientos más emocionantes de su vida, concluido con mariachis que la hicieron llorar.
Con 15 victorias, tres por nocáut, y una derrota, Cruz retará el primer sábado de febrero a la portentosa Serrano, con 43 victorias, 30 por la vía rápida, dos derrotas y un empate, en una pelea por los títulos unificados de las 126 libras.
Cruz aceptó que será el gran reto de su vida, pero hizo trabajo de montaña, gran preparación física y se entregó en el gimnasio, lo cual le hace pensar que puede ganar.
En su último trabajo de entrenamiento, la mexicana de 32 años hizo un sparring de 12 asaltos con la excampeona mundial argentina súper mosca Jorgelina Guanini y la mexicana Carla Almada, quienes se alternaron a dos asaltos cada una.
«Va para el frente, no se achica, resiste golpes y es fuerte; yo estoy acostumbrada a pelear contra hombres y no siento mucho la mano dura de mujeres, pero sí pega y su contragolpe es rápido», dijo «Jota» Guanini, quien obligó a la mexicana a tomarse en serio los intercambios de golpes.
En la segunda parte de su sesión, Cruz trabajó la técnica con su padre y entrenador, Guillermo Cruz, hizo sombra, golpeo de costal y manoplas. Mostró una fortaleza rocosa hasta que, después de poco más de una hora y media llegaron los mariachis y la hicieron llorar.
Amanda Serrano confía en derrotar a Cruz para hacerse de todos los títulos de peso pluma y después retar en el peso ligero a la irlandesa Katie Taylor, quien la derrotó el pasado 30 de abril en una decisión dividida. Cruz confía en vencer a la caribeña y convertirse en reina de las 126 libras.
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