Madrid, España.  El ozono troposférico, el que está entre la superficie de la Tierra y hasta 12 o 15 kilómetros por encima, es un gas de efecto invernadero que ha aumentado durante los últimos 20 años en el hemisferio norte, según un estudio que publica ayer viernes, Science Advances.

El equipo encabezado por Audry Gaudel, del estadounidense Instituto Cooperativo de Investigación en Ciencias Ambientales, detecta un «aumento general» en ese tipo de ozono en once regiones del hemisferio norte y lo cifró en un 5 % por década desde 1900 hasta 2016.

Los expertos analizaron, entre otras regiones, cuatro en latitudes medias, dos en los subtrópicos, dos en los trópicos y tres regiones ecuatoriales.

El ozono troposférico es un gas de efecto invernadero y un contaminante del aire que, en altos niveles, puede dañar los pulmones de las personas y a las plantas. Es un gas particular pues no hay emisiones directas, sino que se forma a partir de reacciones fotoquímicas complejas con intensa luz solar entre contaminantes primarios.

El aumento de este gas en la parte más baja de la atmósfera terrestre se está produciendo incluso cuando los controles más estrictos de las emisiones de precursores del ozono lo han reducido a nivel del suelo en lugares como América del Norte y Europa, señala la Universidad de Colorado Boulder en una nota.

«Eso es importante porque significa que mientras tratamos de limitar nuestra contaminación localmente, podría no funcionar tan bien como pensábamos», dice Gaudel.

El equipo documentó los mayores incrementos de ozono en los trópicos, y Gaudel señala que el ozono exportado desde esta región puede estar impulsando incrementos sobre otras áreas del hemisferio norte.

Además, detectaron los aumentos «más sorprendentes» en zonas donde el nivel de ozono troposférico fue con anterioridad menor, como Malasia/Indonesia, el sudeste asiático e India, regiones que tuvieron valores muy bajos entre 1994 y 2004, pero muy altos entre 2011 y 2016.

En la llamada «troposfera inferior», que está más cerca de la superficie de la Tierra, el ozono ha disminuido por encima de algunas regiones de latitud media, entre ellas Europa y los Estados Unidos, donde han bajado las emisiones de precursores de ozono.

Sin embargo, esas reducciones se compensaban con aumentos más altos en la troposfera, con el resultado neto de un aumento general del ozono desde la superficie hasta 12 kilómetros.

Gaudel pretende también observar con más precisión el ozono de los trópicos y considera que África «puede estar emergiendo como un punto caliente global para los precursores de la contaminación atmosférica».

«Queremos entender -agrega- la variabilidad del ozono y sus precursores y el impacto de las regiones contaminadas en regiones remotas».

EFE noticias

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