Evangelio del Día. Juan 15,12-17

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 “En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos, y son ustedes mis amigos, si cumplen lo que les mando. Ya no les llamo servidores, porque un servidor no sabe lo que hace su patrón. Los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que aprendí de mi Padre. Ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los eligió a ustedes y los preparé para que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca. Así es como el Padre les concederá todo lo que le pidan en mi Nombre. Ámense los unos a los otros: esto es lo que les mando”.

  Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.

 La Iglesia universal celebra la fiesta, entre otros santos, en honor a la Beata María de San José. La primera Beata venezolana: Laura Evangelista Alvarado Cardozo, la Madre María de San José. Hija de Clemente Alvarado y Margarita Cardozo, nació en Choroní, un pueblo del Estado Aragua, en Venezuela, el 25 de abril de 1875. Como requisito para la Beatificación, se exhumaron los restos mortales de la Venerable María de San José, el 19 de enero de 1994, hallándose su cuerpo intacto. Es Beatificada por San Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro en Roma el 7 de mayo de 1995,

Y la liturgia diaria, nos presenta al Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO según San Juan, capítulo 15, verso 12 al verso 17. En el que se comienza y se termina con JESÚS diciendo a los discípulos: “Este es mi mandamiento: Que os améis los unos a los otros”. Mandamiento que JESÚS nos dio con Su Palabra y con Su Vida. Los versículos centrales se dividen en dos grupos: Amigos y elegidos. El primer grupo, muestra que los discípulos son amigos, si guardan Su Mandamiento. Narrativa que se complementa con la expresión de alta estima de JESÚS a Sus Discípulos al considerarlos sus amigos, y no siervos, porque les confió todo lo que oyó del Padre.

 El segundo grupo está centrado en el tema de la elección, que una es iniciativa soberana de JESÚS: “No fueron ustedes quienes me eligieron, fui yo quien los elegí a ustedes y los destiné para que den frutos, y su fruto permanezca para siempre”.  En los evangelios sinópticos se entienden el Mandamiento de JESÚS como ‘Amor al prójimo’, esto es, a todos los hombres, Juan acentúa el Amor recíproco entre los discípulos, fundamentado en la participación del Amor que une al PADRE y al HIJO, y que deberá transformarse en Testimonio para que los otros crean en el PADRE.

 Por lo que tenemos que tener claro que el “Amarse los unos a los otros”, es el único Mandamiento de JESÚS, por lo tanto, es prioritario y no admite interpretaciones. Y al cumplir ese Mandamiento, los discípulos testimonian el Amor Misericordioso del PADRE, que se hace realidad en nuestras obras de solidaridad y de alta consideración y estima para con los hermanos. Porque nuestra profesión de Fe, se hace a través de la manifestación de Amor y de entrega hacia los demás.

 Pertinente es destacar lo que dice el Papa Francisco, en torno a este tema: “Misericordia es el acto supremo por el cual DIOS viene a nosotros. Misericordia es la ley fundamental que mora en el corazón de cada persona cuando ve con ojos sinceros a los hermanos que encuentra en el camino de la vida. Misericordia es el camino que une a DIOS y al hombre”

 Al confrontarnos con el texto y ver que JESÚS entrega Su Testamento, y Mandamiento del AMOR a sus discípulos de todos los tiempos, al declarar que ya no somos siervos sino amigos. Declaración que está repleta de ternura y que nos llena de alegría al saber el lugar que ocupamos en las prioridades de nuestro Creador y Redentor. Pero este honor inmerecido por no ser dignos y por hacer poco para llamarnos sus amigos, también es un gran compromiso. Porque ser amigo de JESÚS es vivir plenamente y testimoniar un Amor sincero y solidario para con los hermanos, especialmente con los más necesitados.

  Compromiso que es fácil decirlo y que todos los cristianos lo tenemos claro porque lo leemos en la Sagrada Escritura y porque nuestros catequistas y pastores nos los recuerdan diariamente, pero que nos cuesta bastante llevarlo a la práctica, ya que con todas estas amenazas y dificultades que estamos viviendo, es difícil perdonar a los que creemos responsables de nuestra situación y muchas veces no somos capaces de pasar por alto pequeñas ofensas o faltas que algún semejante nos infrinja, porque siempre andamos a la defensiva y nuestros niveles de tolerancia los tenemos al mínimo. Por eso es que hoy es el día para pedir la fuerza del Espíritu Santo, y así podamos asumir grandemente esta tarea, de construir en todas partes comunidades humanas donde todos nos valoremos y no queramos, no por lo mucho o lo poco que tengamos, sino porque todos somos Hijos de DIOS.

 Señor JESÚS, Tú que nos consideras amigos y no siervos y nos amas hasta el extremo, con el mismo AMOR, que el PADRE Te AMA, haz que nuestras vidas sean fecundas en servicio y entrega hacia los demás y de esta manera el mundo perciba Tu Presencia en medio de nosotros. Amén.

Luis Perdomo

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