En aquel tiempo, los discípulos le dijeron: «Ahora sí que hablas con claridad, sin usar parábolas. Ahora vemos que lo sabes todo y no hay por qué hacerte preguntas. Ahora creemos que saliste de Dios.»

Jesús les respondió: «¿Ustedes dicen que creen? Está llegando la hora, y ya ha llegado, en que se dispersarán cada uno por su lado y me dejarán solo. Aunque no estoy solo, pues el Padre está conmigo. Les he hablado de estas cosas para que tengan paz en mí. Ustedes encontrarán la persecución en el mundo. Pero, ánimo, yo he vencido al mundo.»

Reflexión del Evangelio

La Iglesia universal celebra hoy, la fiesta en honor a nuestra Madre María, bajo la advocación de Nuestra Señora de Fátima. El 13 de mayo de 1917, la Virgen María se les apareció a tres niños: Lucía y sus primos Francisco y Jacinta Marto vivían en el pueblo de Aljustrel, en Fátima, Portugal, y trabajaban como pastores de los rebaños de sus familias.

Los tres niños vieron una aparición de la Virgen María que les dijo, entre otras cosas, que regresaría durante los próximos seis meses todos los días 13 a la misma hora. Felicitaciones a la feligresía de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima.

En la liturgia diaria meditamos los textos de: Hch 19,1-8; Sal: 67; y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, según San Juan capítulo 16, desde el verso 29 al 33.

El texto estaca que la fe de los discípulos de todos los tiempos, siempre es imperfecta por nuestras limitaciones humanas. Por eso es que muchas veces creemos saberlo todo, pero nos olvidamos que sin la Fuerza y la Asistencia del Espíritu Santo, no podremos nunca encontrar la Verdad que DIOS nos quiere Revelar.

Por eso es que las palabras de los discípulos: «Ahora sí que hablas claro», ponen en evidencia la comprensión misma de poder dirigirse al PADRE y hacer sus peticiones en el nombre de JESÚS.

Pero cuando los discípulos creen haber entendido el mensaje del Maestro, Este les echa «un balde de agua fría», y los devuelve nuevamente a su realidad.

Sin conocerlo

Aunque algunas cosas comenzaban a aclarárseles, en realidad todavía no lo conocían y mucho menos lo entendían porque el conocimiento que tenían de Él era muy imperfecto, lo que se comprobará cuando se dispersen y lo dejen solo.

Y es que una Fe con estas limitaciones fácilmente se acomoda o se atemoriza, ante las exigencias o desafíos de la Misión.

De allí que, JESÚS les reitera: «Les he hablado de esto, para que encuentren la paz en mí. En el mundo tendrán luchas; pero tengan valor: yo he vencido, al mundo» (Jn 16,33).

Esta promesa de AMOR y Misericordia, no indica que sus seguidores nunca más van a sufrir, sino que, por el AMOR del PADRE, serán capaces de vivir las tribulaciones en paz, en serenidad, con buen ánimo, porque ya Cristo ha vencido a la muerte y esa victoria que es eterna, se la endosa a sus seguidores.

Consciente de las dificultades

JESÚS es consciente de las dificultades que se presentarán, por lo que expresa nuevamente su confianza en el PADRE y en el respaldo incondicional de este a su Obra.

Con esta confianza entrará en «Su Hora», con la certeza de que no lo abandonará, porque el PADRE sí lo conoce y no lo dejará Solo.

Por eso es que hay que tener claro que, todo conocimiento difuso o imperfecto del Maestro será siempre un débil fundamento que, en cualquier momento, sobre todo en la adversidad puede ser motivo para el abandono y para el desencanto.

Al confrontarnos con el texto y ver que el PADRE nunca abandonó a JESÚS, ya que estuvo con Él en los momentos más críticos de Su Vida terrena, nos invita a un   Renacimiento de nuestra Esperanza, y a demostrar nuestra Fe en la Resurrección de JESÚS, mediante la práctica de las enseñanzas que encontramos en su Evangelio.

Adquiere sus tribulaciones

Al vernos en el espejo de la experiencia que JESÚS adquiere de Sus Tribulaciones y de las traiciones de Sus amigos, sin lugar a dudas, que, son una referencia y una garantía para sus discípulos de todos los tiempos que, tendremos que aprender a fiarnos de Él, cuando seamos perseguidos o vejados por Su Causa.

Es que JESÚS nos habla con claridad porque quiere que todos podamos participar de la Salvación que Él nos ofrece. Por eso es que, hoy es el día para preguntarnos: ¿Somos conscientes que un conocimiento falso del Señor, condiciona y pone en riesgo nuestro seguimiento a Él? ¿Estoy claro que la mejor manera de conocer a JESÚS, es teniendo un acercamiento permanente y correcto con Su PALABRA presente en la Sagrada Escritura?

Señor JESÚS, ayúdanos a comprender que a pesar de las tribulaciones y dificultades que se presentaron en Tu vida terrena, Tú las venciste y nos distes como legado el AMOR del PADRE en el cual podemos siempre confiar para hacerle frente a nuestras dificultades.

Amén.

Luis Perdomo
Animador bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana

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