Evangelio

En aquel tiempo muchos de los que escucharon hablar a Jesús, decían: «Realmente este hombre es el Profeta.» Unos afirmaban: «Este es el Mesías.» Pero otros decían: «¿Cómo va a venir el Mesías de Galilea? ¿No dice la Escritura que el Mesías es un descendiente de David y que saldrá de Belén, la ciudad de David?» La gente, pues, estaba dividida a causa de Jesús.

Algunos querían llevarlo preso, pero nadie le puso las manos encima. Cuando los guardias del Templo volvieron a donde los sacerdotes y los fariseos, les preguntaron: «¿Por qué no lo han traído?» Los guardias contestaron: «Nunca hombre alguno ha hablado como este.»

Los fariseos les dijeron: «¿También ustedes se han dejado engañar? ¿Hay algún jefe o algún fariseo que haya creído en él? Pero esa gente que no conoce la Ley, ¡son unos malditos!» Les respondió Nicodemo, el que había ido antes a ver a Jesús y que era uno de ellos.

Dijo: «¿Acaso nuestra ley permite condenar a un hombre sin escucharle antes y sin averiguar lo que ha hecho?» Le contestaron: «¿También tú eres de Galilea? Estudia las Escrituras y verás que de Galilea no salen profetas.» Y se fue cada uno a su casa.

Reflexión del Evangelio

La Iglesia Universal celebra la fiesta, entre otros santos, en honor a San Patricio, obispo, que, siendo joven, fue llevado cautivo desde Gran Bretaña a Irlanda, y después, recuperada la libertad, quiso ser contado entre los clérigos y regresar a la misma isla, donde, hecho obispo, anunció con vehemencia el Evangelio y organizó con firmeza la Iglesia.

Nació en Gran Bretaña, en un pueblo llamado   Bennhaven Taberniae, hacia el año 385, y murió el año 461, en Down, llamado en su honor Downpatrick Irlanda.

En la liturgia del día meditamos los textos: Jr 11,18-20; Sal 7; y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, según San Juan capítulo 7, del verso 40 al 53.

El texto narra las distintas reacciones que había originado la Presencia de JESÚS en el Templo, y Su intensa actividad Misionera y Evangelizadora, en medio de una las fiestas más importantes del pueblo judío. La muchedumbre está dividida, y es que, JESÚS despierta muchas pasiones a favor y en contra.

Su Palabra cautivaba a algunos, aunque no terminaban de acertar sobre su verdadera identidad, por eso decían: «Este es de verdad el Profeta», «Este es el Mesías».

Las autoridades de su pueblo, fueron los que tuvieron una mayor dificultad para aceptarlo como Mesías, ya que la tierra donde nació, su modestia, su humildad y su condición social, se convirtieron en las grandes excusas para que fuera rechazado por los poderosos.

Aunque reconocen que jamás alguien había hablado como Él, argumentaban: ¿no dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David?, ¿es que de Galilea va a venir el Mesías?

Recordemos que Galilea, a pesar de formar parte del estado de Israel, por razones históricas y sociales, era un lugar o una región de despreciados.

Preguntas que se hicieron

Por eso es que quizás las preguntas que se hicieron los sacerdotes y letrados, fue: ¿es que desde los pobres y despreciados va a venir la Salvación? El Papa Francisco, respondió esta pregunta, con mucha sencillez y audacia: «sí, desde los pobres actúa DIOS».

Es que, desde la Galilea de este mundo, viene la Salvación y Gracia, para una humanidad egoísta e indiferente, que ha aceptado la injusticia como normal.

Al confrontarnos con el texto, vemos que está lleno de interrogantes y muestra que JESÚS es un Maestro dispuesto a enfrentar todos los riesgos a la hora de asumir Su Misión de Transformar el mundo, y en la que es necesario decir las verdades que molestan a muchos, pero que una inmensa mayoría silente por miedo o por comodidad, no solo es que está de acuerdo, sino que necesita que esas verdades sean asumidas y puestas en práctica por el bien de todos.

Realidad similar

Lamentablemente, la mayoría de las personas de nuestro tiempo, viven una realidad similar a la época en que JESÚS, vivió Su Vida terrena, ya que, experimentan el fenómeno de acostumbrarse o habituarse a circunstancias, que, aunque le sean adversas, lo asumen como si no se pudiera hacer más nada.

Y esto sin lugar a dudas, que nos cierra a la búsqueda de soluciones, nos hace enemigos de lo novedoso, y nos cierra la posibilidad de buscar alternativas de solución a los problemas.

Eso es lo que le paso a la gente del tiempo de JESÚS, al expresar: «de Galilea puede salir algo bueno», expresión que denota la actitud de los conformistas, de los que se creen acabados, de los que creen que DIOS no tiene más nada que decirles.

Por eso es que JESÚS, con Su Propuesta Liberadora, sigue tocando nuestras vidas, nuestros corazones, nuestra historia.

De allí que hoy, estemos llamados a darle cumplimiento al versículo final del texto: «y se fue cada uno a su casa», porque es en la intimidad de nuestras casas, donde tenemos que meditar y hacer realidad la Buena Nueva que nos ha traído JESÚS.

En la medida que tenemos más amistad con Él, descubrimos que la vida tiene otro horizonte y que es preciso ir dejando en segundo lugar muchas cosas que nos parecían imprescindibles e irrenunciables.

Señor JESÚS, concédenos la estoicidad necesaria para vivir siempre atentos a la escucha de Tu Palabra y poder descubrir en cada rostro de nuestros semejantes y en los acontecimientos de nuestras vidas, la Gracia Salvadora de Tu AMOR por la humanidad.

Amén.

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