Evangelio

En aquel tiempo, Jesús llegó a Nazaret, entró a la sinagoga y dijo: Ningún profeta es bien recibido en su patria.

En verdad les digo que había muchas viudas en Israel en tiempos de Elías, cuando el cielo retuvo la lluvia durante tres años y medio y una gran hambre asoló a todo el país. Sin embargo, Elías no lo enviaron a ninguna de ellas, sino a una mujer de Sarepta, en tierras de Sidón.

También había muchos leprosos en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos lo curaron, sino Naamán, el sirio.

Todos en la sinagoga se indignaron al escuchar estas palabras; se levantaron y lo empujaron fuera del pueblo, llevándolo hacia un barranco del cerro sobre el que está construido el pueblo, con intención de arrojarlo desde allí. Pero Jesús pasó por medio de ellos y siguió su camino.

Reflexión del Evangelio

La Iglesia universal celebra hoy la fiesta entre otros santos, en honor a San Casimiro. Nació en 1458 en Cracovia. Era el tercero de los trece hijos de Casimiro, rey de Polonia. Se enfermó de tuberculosis, y el 4 de marzo de 1484, a la corta edad de 26 años, murió santamente dejando en todos los más edificantes recuerdos de bondad y de pureza. Lo sepultaron en Vilma, capital de Lituania.

En la liturgia diaria meditamos los textos de: 2Re 5,1-15a; Sal: 41; y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, según San Lucas capítulo 4, del verso 24 al 30.

El texto se narra la entrada de JESÚS a la sinagoga de Nazaret, donde expresa unas Palabras que les agrada de sus interlocutores, ya que les recuerda dos acontecimientos que al ser comparado con sus actitudes los confronta de modo adverso, y por eso se molestan.

Esta escena, que se desarrolla en el pueblo donde JESÚS se había criado, tiene un valor programático, porque anuncia un tema muy singular tanto en el Evangelio según San Lucas, como en el libro de los Hechos de los Apóstoles, el cual es: el universalismo del mensaje cristiano. Por eso Jesús les recuerda que los profetas de la Biblia no limitaron sus beneficios solo a sus paisanos (ver 1 R 17,7 y 2 R 5).

Lucas dice a continuación qué la gente de Nazaret rechazó a JESÚS, por su orgullo, y por creer que era un «don nadie», ya que lo consideraban un vecino más, con poco crédito para realizar obras que se comentaban en los pueblos vecinos.

Permiso del Joven Maestro

El Joven Maestro se permite recordarle episodios bíblicos a contrapelo de cuanto pretenden exigir sus paisanos, que quieren ver signos portentosos, como una especie de diversión. Él no se deja encerrar en los estrechos límites pueblerinos, sino que, por el contrario, los confronta y les trae un mensaje en el cual les hace ver lo extendido de Su Misión.

La reacción de sus compatriotas es violenta, llegando a poner en peligro Su Vida. Pero no le ha llegado aún Su hora, Su Misión apenas está comenzando, por eso puede abrirse paso entre la turba amenazante y proseguir Su camino esparciendo la Buena Noticia a toda la humanidad.

Al confrontarnos con el texto, vemos que a menudo también nosotros tenemos la tentación de querer encasillar las acciones de DIOS de acuerdo a nuestros pareceres y expectativas, y eso nos lleva a despreciar Su Gracia.

Sin embargo, esta siempre nos llega de la manera más inesperada y por caminos inéditos, rompiendo con todos los protocolos y cálculos humanos. Porque DIOS siempre nos da lo que necesitamos y no lo que de manera codiciosa anhelamos.

Sorprender por extraños

También es muy frecuente que nos dejamos deslumbrar por los extraños, pero nos negamos ferozmente a que uno de nosotros se destaque y nos enseñe

Por egoísmo también decimos ¿no es este el hijo de fulana o fulano? Ya que no aceptamos que los beneficios de DIOS sean para los demás, por lo cual es necesario nuestra disposición personal para dejar que DIOS actué en nosotros y en nuestra comunidad para hacer realidad los Valores del Reino, y de esta manera podamos entender que todos somos hijos de DIOS, por lo que hemos recibido y unos dones y carismas, que muchas veces no los desarrollamos por nuestros miedos o egoísmos o porque no nos dan oportunidad para hacerlo.

Como JESÚS, tendremos que aprender a «abrirnos paso» para alejar nuestros egoísmos y nuestras indiferencias, y darle paso a la inclusión y al servicio. Ya que la Vida del Padre que JESÚS nos Anuncia, es para todos, los de cerca y los de lejos, los de izquierda y los de derecha.

Porque DIOS quiere que todos seamos felices en esta vida transitoria y en la Vida Eterna. Y si no dejamos que El Espíritu Actúe en nuestros semejantes, reconociendo sus virtudes, entonces estaremos actuando con el exclusivismo Salvífico de los judíos que JESÚS rechazó.

Señor JESÚS, líbranos de toda actitud egoísta que nos lleve a querer valernos de Tu mensaje solo en beneficio propio y de pretender encasillarte en las cuatro paredes de nuestra comunidad, olvidándonos que Tú eres el Salvador de toda la humanidad.

Amén.

Luis Perdomo
Animador bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana

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