Evangelio

En aquel tiempo, enviaron a Jesús unos fariseos y partidarios de Herodes, para cazarlo con una pregunta. Se acercaron y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres sincero y que no te importa de nadie; porque no te fijas en lo que la gente sea, sino que enseñas el camino de Dios sinceramente.

¿Es lícito pagar impuesto al César o no? ¿Pagamos o no pagamos?» Jesús, viendo su hipocresía, les replicó: «¿Por qué intentan ponerme a prueba? Traedme un denario, que lo vea.» Se lo trajeron. Y él les preguntó: «¿De quién es esta cara y esta inscripción?» Le contestaron: «Del César.» Les replicó: «Lo que es del César pagádselo al César, y lo que es de Dios, a Dios.» Se quedaron admirados de sus respuestas.

Reflexión del Evangelio

La Iglesia universal celebra la fiesta, entre otros santos, en honor a San Francisco Caracciolo, que fue cofundador de la Congregación de los Clérigos Regulares Menores. Y trabajó después del Concilio de Trento en favor de la purificación y santificación del clero. Exigente consigo mismo y caritativo con los demás. Muere el 4 de junio de 1608.

En la liturgia del día meditamos los textos: 2Pe 3,12-15ª.17-18; Sal 89; y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, Según San Marcos capítulo 12, del verso 13 al 17. en el que se continúa presentando la controversia con los dirigentes de los judíos, que buscan realizar su propósito de acabar con JESÚS. Para conseguirlo no le queda otra alternativa que ganarse a la muchedumbre que está de parte de Él.

Y la forma de hacerlo era sometiendo a JESÚS al escarnio público, tratando de demostrar que era un falso profeta.

Por eso es que en esta controversia recurren a un tema que no dejaba indiferente a ningún judío del siglo I, se trata del problema teológico-político, en el que hay que dilucidar entre el Señorío Espiritual de DIOS o el poder terrenal y opresivo del imperio Romano.

Para la controversia los jefes mandan a unos hombres del pueblo, que sufren la opresión del imperio igual que JESÚS.

Estos hombres le preguntan a JESÚS, si hay o no hay que pagar impuestos al imperio. La respuesta pone en juego la Soberanía de DIOS sobre Israel, por lo que es pertinente hacerse varias preguntas: ¿a quién pertenece Israel a DIOS o al Imperio Romano? Sin lugar a dudas que esta pregunta puso contra la pared a JESÚS.

Ya que, si respondía que había pagar el impuesto, los fervorosos nacionalistas lo acusarían de estar a favor de los opresores y si responde que no entonces los partidarios de los opresores, denominados los “herodianos”, lo acusarían de subversivo.

JESÚS, les riposta preguntándole qué ¿de quién era la imagen que tenía la moneda? Y esa pregunta les debió recordar de inmediato dos pasajes bíblicos: «no te harás imagen alguna, de nada de lo que está arriba en el cielo o aquí abajo en la tierra» (Ex 20,3-49) y «Hagamos al hombre a Nuestra Imagen y Semejanza» (Gen 1,26-27).

Para JESÚS, por tanto, si la moneda lleva impresa la imagen del César, no pertenece a DIOS y hay que devolvérsela al César, pero si cada ser humano lleva grabada en sí y desde la Creación la Imagen de DIOS, no debe ser entregado al César, ya que, solo a DIOS pertenece y solo a Él debe adorar.

Al confrontarnos con el texto y ver como dos grupos antagónicos como los fariseos y los herodianos se ponen de acuerdo para tratar de desprestigiar a JESÚS, por considerarlo una amenaza a sus intereses, también en nuestro tiempo encontramos muchos grupos enemigos y con intereses contrarios, que se unen entre sí, para defender sus privilegios, contra aquellos que critican sus poderes hegemónicos y piden la restauración de la justicia.

Por eso es que JESÚS emite esa sentencia bien conocida: «den al César lo que es del César y a DIOS lo que es de DIOS» (Mc 12,17).

De esta manera, JESÚS nos deja bien claro que DIOS no se identifica con ningún proyecto político en particular, sino con todo proyecto que se construya comunitariamente y opte por la Vida, la Justicia y la Honestidad.

Ya que la liberación de los explotados de la tierra viene exigida por el reconocimiento de que hemos sido Creados a Imagen y Semejanza de DIOS y a Él le pertenecemos, por lo que hay que favorecer las formas de Vida que hagan posible la pertenencia y condición Original querida por DIOS.

Y es ese el gran compromiso de todos los que nos llamamos seguidores de JESÚS, por lo que debemos de esforzarnos al logro de este fin.

Señor JESÚS, Ayúdanos a fundamentar toda nuestra confianza en Ti y no en el vil dinero, que aunque es necesario para la sobrevivencia, no es lo esencial, ya que solo basta Tu Bendición y «lo demás vendrá por añadidura».

Amén.

Luis Perdomo
Animador bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana

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