Marcos 6,53-56: “En aquel tiempo, terminada la travesía, Jesús y sus discípulos llegaron a Genesaret y atracaron. Apenas desembarcados, lo reconocieron y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaba los enfermos en camillas. En los pueblos, ciudades o aldeas donde llegaba colocaban a los enfermos en la plaza y le rogaban que les dejase tocar al menos la orla de su manto; y los que lo tocaban se curaban”.
Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.
La Iglesia universal celebra hoy, la fiesta entre otros santos, en honor a Santa Josefina Bakhita, religiosa sudanesa nacionalizada italiana, quien nació en 1869, en Darfur, Sudán. Falleció el 8 de febrero de 1947 en Schio, Italia. Juan Pablo II la nombró patrona de Sudán. El Santo Padre reconoció el gran hecho de que transmitieran el mensaje de reconciliación y misericordia. Ella misma declaró un día: «Si volviese a encontrar a aquellos negreros que me raptaron y torturaron, me arrodillaría para besar sus manos porque, si no hubiese sucedido esto, ahora no sería cristiana y religiosa». S.S. Juan Pablo II la canonizó el 1 de octubre del 2000
Y la liturgia de hoy nos presenta al Evangelio de JESUCRISTO, según San Marcos capítulo 6, versos del 53 al 56. En el que se narra la llegada de JESÚS y sus discípulos a la región de Genesaret donde les esperaba una intensa jornada misionera. Son dos acciones unidas por el accionar misericordioso de Dios, por un lado, vemos a un pueblo que acude a JESÚS, porque descubre en Él una fuente de vida inagotable de vida y esperanza y unido a ese acto, vemos la entrega generosa de JESÚS, hacia los enfermos, que les ayuda a recuperar su salud y con ella su dignidad.
Seguidamente la narrativa de Marco nos invita a discernir un tema importantísimo en la misión de JESÚS: Él no se limita a la Predicación o la enseñanza, sino que va más allá, su acción incluye el contacto con las personas, especialmente con los enfermos y necesitados. Y es que la presencia de JESÚS, tiene el poder de sanar y transformar las mentes y los corazones de las personas, porque sus Palabras no son solo de adoctrinamiento o de teorías, sino de Salvación.
Pertinente es destacar que en la época en que JESÚS, vivió su vida terrena, había unas limitaciones previstas para el contacto físico entre sanos y enfermos, principalmente por motivos religiosos y no tanto por motivos de salud o higiene. Por eso es que la acción de JESÚS, busca suscitar un cambio de actitud, dejando a un lado toda clase de prejuicios, en el que debe incluirse al enfermo como un miembro principalísimo de la sociedad, por el que hay que velar a toda hora,
Al confrontarnos con el texto, nos hace recordar que el libro del Génesis nos presenta a DIOS, como el Ser Trascendente que le pone orden a todo con la Fuerza de Su Palabra. Y en este Evangelio se nos describe la continuación de esa Obra Creadora: ahora es la Palabra Encarnada, JESÚS, que pone orden en las cosas desajustadas por la enfermedad, la debilidad, la carencia etc., volviéndolo todo en cierto modo a Su Bondad Originaria. Por lo que nos hace inferir, que este texto es una invitación para que asumamos Su Mandato de Misericordia para la atención a los enfermos, cuyo número crece diariamente por la pandemia y por las distintas enfermedades crónicas que desde hace mucho tiempo venimos padeciendo.
Misión que tenemos que realizar emulando a sus paisanos: “cuando se enteraba la gente dónde estaba JESÚS, le llevaba los enfermos en camillas”. La cual tenemos que cumplir con nuestras oraciones de intersección, y de manera física, cumpliendo con los protocolos de bioseguridad, para llevar enseres, medicinas, alimentos, etc., a los necesitados Ya que para nadie es un secreto la dura realidad que atraviesa nuestra sociedad venezolana, con un sistema de salud colapsado, agravado por la pandemia que ha hecho estragos con un buen número de nuestros ciudadanos, en los que se incluyen a los profesionales y trabajadores de la salud, por estar en “el ojo del huracán” y ser vulnerables al contagio.
Y lo más triste es que no avizoramos una solución, ni para las enfermedades crónicas, ni para las endemias conocidas, muchos menos para esta pandemia, que de acuerdo a los científicos ha venido mutándose, ya que mientras en casi todos los países ya ha comenzado el proceso de vacunación, y en otros está llegando las dosis de las vacunas, en nuestro país, la llegada de la vacuna está circunscrita a la discusión de los intereses de nuestros dirigentes políticos y dependerá de cuánto puedan ceder de lo que se “tiene sobre la mesa”. Así que nuestra única Opción es seguir orando a DIOS Todopoderoso, para que nos Proteja con la Fuerza de Su Espíritu y genere en el corazón de quienes nos dirigen, la decisión de apartar sus interese personales o grupales y centrarse en la búsqueda de solución a esta profunda crisis sanitaria que estamos viviendo.
Señor JESÚS, te pedimos humildemente que Tomes control con la Fuerza de Tu Espíritu, de la mente y del corazón de quienes nos dirigen, para que depongan de sus intereses personales o grupales y puedan centrarse en la búsqueda de la solución a esta profunda crisis sanitaria que estamos viviendo. Amén.
Luis Perdomo
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