Evangelio del Día: Marcos 6,7-13:

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En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y añadió: «Quédense en la casa donde entren, hasta que se vayan de aquel sitio. Y si un lugar los reciben, ni los escuchan, al marcharse sacudanse el polvo de los pies, para probar su culpa.» Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban”.

  Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.

 La Iglesia Universal celebra hoy la fiesta, entre otros santos, en honor a San Andrés Corsini, quien nació el 30 de noviembre, en el año 1602, en Florencia, Italia.  Murió a los 71 años, el 6 de enero de 1373 e inmediatamente el pueblo lo declaró santo y empezó a pedirle favores y a obtenerlos por montones. El Sumo Pontífice Urbano Octavo lo canonizó en 1629.

Y la liturgia diaria nos presenta el Evangelio de JESUCRISTO, Según San Marcos capítulo 6, versos del 7 al 13. En el que JESÚS envía a sus discípulos de dos en dos, según la costumbre de la época. Les da instrucciones precisas: ir ligeros de equipaje; no malgastar el tiempo parándose en los caminos; ser mensajeros de paz y de armonía y sobre todo preparar el terreno para el Anuncio de la llegada del Reino de DIOS. Los discípulos, por su parte, cumplen cabalmente las instrucciones del Maestro.

Es de hacer notar que las pocas palabras que nos ofrece el Evangelio de hoy, son una guía para la misión del cristiano, es decir, una guía para que los enviados no nos olvidemos de reproducir y reflejar el rostro de Quien nos envía. Por eso se destaca claramente, los pasos para vivir la vocación apostólica: de la disposición al seguimiento; del SEGUIMIENTO a la COMUNIÓN de Vida con JESÚS; y de la COMUNIÓN con Él, a la MISIÓN, que al fin y al cabo es un constante encuentro con el Resucitado, ya que cada vez, que hacemos o dejamos de hacer una Acción con nuestros semejantes, “lo hacemos con Él” (Mt 25,34-45).

 Y si detallamos el contenido del envío, vemos como el hagiógrafo, pone mucho énfasis en el desempeño de los discípulos, ya que el éxito de la Misión, está más en lo que los discípulos deben ser que en lo que deben decir.  Por lo que percibimos en el envío que JESÚS hace, es que Asocia a Sus discípulos, de manera plena a Su Misión, haciendo partícipes de Su Vida y de lo que Él anuncia, para que toda la humanidad pueda vivir el Acontecimiento Redentor que Él ha traído al mundo.

 Al confrontarnos con el texto, ayudados con la enseñanza de la Iglesia, podemos entender que la Palabra de DIOS tiene su propio dinamismo, pero es necesario el Testimonio de vida de los discípulos, para que el Reino de DIOS, sea propagado por todo el mundo. Porque DIOS es Una Fuerza Espiritual que necesita de seres humanos, como tú y como yo, para poder hacer realidad el Reino de los Cielos en medio de nosotros.

 Por eso es todos los que nos llamamos seguidores de JESÚS, tenemos que tener una disposición absoluta para asumir la tarea diaria de Predicar con la palabra y con el Testimonio el Evangelio de JESÚS, tal como lo dice el documento de Aparecida, discipulado y misión, son dos caras de la misma moneda, es decir que todo cristiano debe de ser misionero.

 Y esa Misión Evangelizadora, tenemos que entenderla como un espacio de encuentro y diálogo respetuoso y profundo entre personas de diversos extractos sociales, de razas diversas y de intereses políticos y económicos antagónicos, pero donde todos seamos invitados a construir comunidades y sumatorias de comunidades, que sean la integración de un gran pueblo o país, en el que todos tengamos un lugar para alentar la esperanza y construir la paz.

 Por eso hoy es el día para preguntarnos: ¿Conocemos la propuesta de la misión continental, iniciada al finalizar la conferencia de Aparecida? ¿Qué sabemos de la propuesta misionera que hace el Concilio Plenario de Venezuela? ¿Qué frutos de diálogos y encuentros diversos hemos tenido en nuestra comunidad de fe? ¿De qué    manera puedo asumir mi compromiso misionero, en esta coyuntura tan difícil que vive Venezuela?

 Señor JESÚS, danos la sabiduría necesaria para saber que no nos envías al mundo para hacer nuestra obra, sino la Tuya. Y así tendremos la garantía, de poder ayudar a construir comunidades y sumatorias de comunidades, que sean la integración de un gran pueblo o país, en el que todos tengamos un lugar para alentar la esperanza y construir la paz. Amén.

 

Luis Perdomo

 

 

 

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